Sora no toshimono 2. Ikaros

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Tomoki había sido un joven desafortunado, no estaba al grado de ser lamentablemente pero estaba en ese punto dónde era incluso era gracioso. Su familia no era la más cuerda pero había sido muy amorosa. Una madre pervertida que no sabía cómo lo había hecho para casarse con su serio padre, el cual era una persona decente y respetable del cual había sacado lo mejor de el aunque mucho de lo poer de su madre. Vivía solo porque su madre pervertida salio en búsqueda de aventura pervertida. Y su padre fue tras ella en un intento por detenerla.

Pero Tomoki no era tanto o al menos ya no desde que fue golpeado por la luz rosa. Su madre cansada de la monotonía de su matrimonio y de la falta de interés de su padre en la relación amorosa y sexual la cual se había puesto aburrida y monótona con los años. Ella se había fugado sabiendo de que su padre sin dudar saldrá tras ella, su madre había obligado a su padre a unas vacaciones por todo el mundo.

El que su madre comenzará la más extraña aventura/vacaciones sexuales con la temática de gira mundial y escondidas. Era algo que su madre había dado planeado. Estaba seguro que cada vez que su padre la atrapara terminaría con un encuentro sexual intenso, que dejara a su padre satisfecho y damaciado cansado para evitar que ella escapar y comenzara de nuevo.

Tomoki lo entendía ahora. Sus padres lo dejaron sabiendo que podía cuidarse solo, le depositaban quincenalmente y le mandaban cartas y postales cada vez que su padre atrapaba a sus madre en una ciudad diferente. Aunque los extrañaba también estaba agradecido de que no estén o como explicarua esto.

...

Se encontraba en un trono magnífico, elegante y digno de un rey, hecho de oro. Vestía con prendas elegantes hechas de seda y adornado con gemas presionas dignas de un rey. Literalmente estaba vestido como un rey, corona de oro y gemas, un cetro dorado y un anillo de oro con un diamante tan grande como una uva. A sus pies había una pila de billetes sumando más de unos millones y en una mesa de vidrio había manjares dignos de la nobleza. A su derecha del trono sentada de rodillas se encontraba su mascota con una cadena en su cuello.

Tomoki tomo una copa llena de jugo de uva como si fuera vino, estaban pensando en su esclava. Ahora que estaba satisfecho tanto física como mentalmente había podido empezar a pensar con calma. Después de hacer todas las cosas obscenas que siempre había querido hacer y después de abusara de Sohara. Y ahora estaba pensado en que aria con Ikaros.

Mirado a la joven angel trago ante la vista impactante. Ikaros era hermosa y esa palabra no le hacía justicia a su belleza. Tenía un hermoso cabello rosado corto pero con una larga trenza, su piel era blanca, suave y tersa. Sus ojos eran joyas esmeradas que eran tan puros e inocentes. Ella paracia ser un ser angelical, inocente, puro y bendito. Aunque también era torpe y despiestada incrementado su ternura.

Pero al mirar su cuerpo perfecto, sensual y volubtuoso. Vestía con una mezcla de Armadura blanca y negra acompañado con un uniforme sensual. Una falda corta que apenas cubría su delicioso culo, el vestido tenía un escote tan profundo que estaba dividido en dos dejando ver el valle entre sus senos, su vientre suave y su ombligo sexy. Era una mezcla perfecta entre sensualidad y pureza.

Ikaros lo miro con esos hermosos ojos en los que había el deseo de complacer lo y servirlo. Eso mismo estaba sacudiendo todos los instintos masculinos, tocando cada punto en sus instintos. Mientras sostenía la cadena en su mano podía ver la cadena llegar hasta el cuello encadenado y ver el valle entre sus pechos. El deseo de alar la cadena en una muestra de dominio sobre esta hermosa angel estaba golpeado sus cerebros con un fervor ardiente. Podía sentir como su polla temblaba ante la vista de su escote profundo y la idea de simplemente follar a su ángel/sexbot.

Maestro necesita que haga algo más - Dijo mientras lo miraba con esos ojos verdes. Sus senos rebotaban con el ligero movimiento - Are cualquier cosa que me pida, soy su mascota y su felicidad en mi único propósito.

¡No Más Princesos!Where stories live. Discover now