⇴09

7.6K 824 40
                                    


Jimin tenía las fotos.

Pero ya había pasado una semana.

Una semana en la que volvió a un antiguo departamento que su padre había comprado para el. Jungkook le había insistido en que podía quedarse con el, pero el rubio necesitaba tiempo para pensar.

Había tenido una relación muy larga con Minkyu, siempre minimizando la poca atención que éste le daba, el poco y casi nulo cariño que recibía por parte de el, pero a pesar de todo sabía que su esposo lo necesitaba, necesitaba de una persona que festejara sus triunfos sin esperar siquiera una sonrisa, una persona que en todos sus cumpleaños hiciera lo posible para conseguir todos los regalos que el quería y por supuesto, alguien que le demostrara que estaba ahí a pesar de no ser ni sentirse amado.

Pero Jimin ya no estaba dispuesto a ser esa persona, sus últimos años de matrimonio los dedicó especialmente a su trabajo, y esos últimos meses se sintió nuevamente un adolescente al conocer a Jungkook.

El rubio esperaba con ansias los viernes para verlo, le gustaba preocuparse por su aparencia y recibir un cumplido por eso. Jungkook lo miraba como nunca nadie lo hizo, lo trataba como lo que era, una persona hermosa con ganas de ser amada.

Y Jimin se vió finalmente en sus manos cuando antes de irse de su departamento éste le sonrió y dijo.

— Cuando estés listo para hacerlo, llámame — suspiró tomando al rubio de las mejillas — Sé que no nos conocemos hace mucho tiempo Jimin pero... quiero verte más, quiero que salgamos y poder hacer todo lo que te dije antes.

— Lo haremos, Jungkook... — murmuró dejando un suave beso en su mejilla — Solo déjame acomodar mi vida nuevamente, por favor.

El pelinegro asintió sonriendo a medias mientras juntaba sus labios en un suave beso, demostrándole que no haría otra cosa que esperarlo.

Jimin enterró su cara en su almohada sintiendo que todo su cuerpo se estremecia en solo pensar como Jungkook lo hacía sentir. El quería salir con el, le gustaba Jungkook y ésta vez estaba seguro que no era por miedo a quedarse solo.

Tomando el sobre en sus manos suspiró empezando a buscar que ponerse, hoy sería el día en que todo se arreglaría... o eso esperaba.

Mientras tomaba su teléfono, llamó a su abogado, Kim Namjoon, quien al instante entendió a lo que se refería su cliente. El abogado era uno de los mejores pagados en su labor, sus contratos eran exigentes y tenerlo como defensor no era para nada barato. Pero sin duda valdría la pena.

Acomodando su ropa estuvo a punto de salir de su departamento, pero algo le faltaba. Suspirando tomó su teléfono y le marcó a Jungkook, quien le atendió después de tres tonos.

— Kook?.

— Oh hermoso... espera un segundo.

Jimin casi nuevamente pierde su corazón al escuchar la voz ronca y recién despierta de Jungkook.

— Ahora si, que sucede? Estás bien?.

— Estoy bien... creo que
nunca estuve mejor Kook,
ya lo decidí.

— Ah si?... di-dime que decidiste.

— Iré ahora mismo con mi
abogado a hablar con Minkyu
acerca del divorcio... y si no acepta llegaré a otras medidas.

Un silencio se instaló desde la otra línea y de repente un suspiro se escuchó del otro lado.

— Joder Jimin... por un momento pensé que no lo harías y que... ya sabes.

SAVE ME ~ KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora