⇴07

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— Dios... Jungkook, deja de jugar — habló nervioso el rubio.

Pero Jungkook aprovechando la cercanía de ambos, al estar sentados uno al lado de otro, se dispuso a acariciar la suave mejilla de Jimin, provocando un leve sonrojo en éstas.

— Hablo en serio, Jimin... no me molestaría llevarte conmigo a conocer el mundo.

Park por su lado alzó una ceja sin creerse lo que Jungkook estaba diciendo, ni tampoco se creía el descaro de éste al acercarse lentamente para dejar un casto beso sobre su mejilla.

— y-yo... estoy casado, Jungkook — murmuró sintiendo su corazón salirse de su pecho.

— Y? — preguntó despacio dejando nuevamente otro beso sobre las mejillas de éste.

— Tengo trabajo aquí...

— Puedes hacerlo a distancia — acarició los cabellos rubios del más bajo.

— Y soy 7 años mayor que tú... Jungkook, ya no juegues — se alejó un poco sintiendo las manos del pelinegro sobre sus brazos — Yo... no sé que quieres, se supone que somos amigos pero... estoy seguro que los amigos no hacen lo que estamos haciendo.

— Y qué estamos haciendo? — se acercó nuevamente rozando su nariz con la del rubio.

— Estás acercándote, coqueteandome  y...

Un suspiro de derrota se escapó de sus labios al sentir un casto beso sobre sus labios, cerrando los ojos solo pudo dejar sus manos sobre el pecho del pelinegro para evitar otro tacto.

— Jungkook... que es lo que quieres? — murmuró sintiendo como se perdía ante la mirada hambrienta que le daba el menor.

— Ahora? Besarte.

— Creo que el vino hizo efecto — alzó una ceja sintiendo las manos del pelinegro sobre su cintura.

— Crees bien.

Y ahora si.

Jungkook había estampado sus labios contra los del rubio, un alivio se instaló en el pecho de ambos chicos empezando una guerra de besos imposible de parar.

El menor sentía que desfallecería ante los suaves labios de Jimin, sus manos se metieron bajo la camiseta de ésta y por instinto corrió su silla hacia atrás para que Park se sentara a horcajadas sobre sus piernas, dejándolo aún más perplejo que antes. Ahora si no podía evitarlo, sus manos tocaban descaradamente el cuerpo de éste y sus labios mordisqueaban a gusto los del rubio.

— Jung...kook — habló entre besos rodeando el cuello del menos con sus brazos.

Pero el pelinegro por su lado empezó repartiendo suaves besos sobre el cuello del rubio.

Ambos sabían lo que estaba por pasar, sus manos estaban inquietas y sus corazones se salían por cada roce. Y aunque Jimin era el mayor, nunca sintió tantas corrientes por su cuerpo.

Jimin tenía el corazón en el aire, lo que fué la peor semana de su vida estaba siendo tapada por esas grandes pero suaves manos que lo tocaban como si fuera una obra de arte. No quería admitirlo, pero sabía que ambos estaban sintiendo más que una aventura en ese momento.

Jeon alzó al rubio corriendo algunas cosas de la mesa y apoyandolo a ésta, ubicándose entre sus piernas totalmente extasiado por arrancarle todo lo que se interpusiera entre sus pieles.

— Miérda, Jimin quiero...

Toc, toc.

Ambos jadearon del fastidio, pero Jimin agarró nuevamente a Jungkook del cuello besándolo, invitándolo a que ignorara a quien fuera que estuviera afuera.

SAVE ME ~ KookMin Where stories live. Discover now