20

3.5K 170 11
                                    

Torcí la cabeza sorprendida por su respuesta, como si de un cuadro se tatára, algo íncomprensible que por más que cambiara mi perspectiva no lograba comprender.

-De verdad?-le pregunté.

-Sí.

Me sabía un poco mal que se viera forzado a hablarme sobre "cosas", las cuales él no quería ni mencionar, pero no íba a ser tan tonta de impedírselo. La curiosidad había ganado.

-Bien,...Primero, que te a pasado?-empecé a decír mientras recogía el puñado de algodoncitos del suelo y los metía en una bolsa de plástico.

-Unos "amigos" del chico que ya sabes...Del chico que maté el otro día han querído seguír el juego, por decírlo de alguna manera.

-Sam, por qué te metes en estos "juegos"? Por qué no solo...Lo dejas estar...?

-Es complicado, no puedo únicamente cerrar los ojos y apartarme de donde estoy, hay mucho más atrás de esto, que no puedo contarte...

Me moría de ganas por decírle: "Qué?!, Qué es?!"

Pero no lo haría, tampoco quería abusar mucho de lo que me había estado concedido. Los extremos son malos, en todas las ocasiones.

-Bien...Y quién era ese chico y qué quería?

-Era uno que mantenía el contacto con el chico aquel que nos encontramos en la discoteca, el que dscutía con Nate. Al parecer tienen la brillante idea, de que usándote a ti, conseguíaran lo que quieren de nosotros. Por ello debes tener cuídado...Por cierto, te ha sucedido algo extraño estos días?-me preguntó mientras sus ojos míraban fijamente los míos.

-Bueno...Alguna noche me pareció oír algunos ruídos fuera, pero nada más. No creo que tenga importáncia.-le respondí mientras me encogía de hombros.

-Vaya...

-Vaya?-repetí sus palabras confundída.

-Nunca creí que me fueras a oír...-me respondió mientras una sonrisa torcida surcaba su rostro.

-Fuíste tú?-le dije incrédula, mientras me alejaba de él.

-No se que estaras pensando, pero no es lo que crees, solo quería asegurarme de que estabas bien.-me respondio excusándose.

Su respuesta hizo que sonriera, aunque no pretendía hacerlo.

-Esta bien...-le dije.

Sam bostezó y hizo una mueca de dolor, supongo que las heridas le tíbarian la piel.

-Algo más que quieras saber?-me dijo al rato de silencio.

-No, no por ahora.

-Bien...Pues si no te importa, me voy.-me dijo mientras se levantaba costosamente y se encaminaba hacia la ventana.

-Sam, ni siquiera vas a poder andar dos metros. Y pretendes saltar por la ventana?-me reí.

Él se giró y me miró.

-Yo no me rio...Y que quieres que haga?, no me queda otra.

-Quédate.

-Es un "quédate", de por lástima, o un "quédate" por que quieres?-dijo riéndo esta vez.

-Es un "quédate" por las dos.

-Mmm, esta bien.-dijo conforme.

Entonces se acercó a mí y me besó, mientras fruncía el ceño por las heridas.

-A dormír...-le dije separándome de él, mientras lo miraba algo preocupada.

-Tránquila, es un dolor agradable...-me respondió al notar mi inquietud y me volvió a besar, esta vez con mayor intensidad.

Entonces todo pasó bastante rápido. Yo le rodeé las manos por su cintura y le quité la camiseta poco a poco, él levantó los brazos para ayudárme y acto seguído los suyos subieron por mi vientre, y yo alcé los brazos mientras él y yo sonreíamos sin saber muy bien porqué.

Sus manos me recoriéron la espalda lujuriosas, y bajaron...

Luego plantó varios besos en mi pecho y cuello. Uno detrás de otro que me hacían estremecer.

Mis manos recorrían cada una de las líneas de su torso desnudo, deseando saborear más.

Entonces él me recostó en la cama y se situó encima de mí con bastante ágilidad, a pesar de sus heridas.

Sus brazos se mantenían fuertes al lado de mis costados, manteniendo su peso. Sus manos fueron ahora hacía mis pantalones y me los quitarón, dejándome en ropa interior. Luego ansiosas de más, fueron hacia el broche de mi sujetador, pero yo no les opusé resisténcia, lo desabrocháron con rápidez, y este se perdió entre las sábanas.

Sus ojos brillaban a la luz de la luna que se filtraba ahora por mi ventana, mientras recorría con ellos todo mi cuerpo con deseo.

Yo me sentí algo incómoda por estar así, ya que era la primera vez que lo hacía.

Él percibió mi inseguridad sorpendentemente y se acercó a mí.

-Eres preciosa (tn)...No tienes porque avergonzárte de nada...-me susurró en el oído, su aliento cálido y recomfortánte chocaba ahora con la piel de mi cuello.

Entonces el empezó a jugar con besos y caricias, y me retorcí cada vez que me besaba con destreza cada uno de mís pechos desnudos, y yo ahogaba en el silencio el placer que sentía, por miedo de que me pudieran oír mis padres...Me moriría si lo llegában a hacer.

Su mano se deslizo ahora por mis muslos, dispuesta a desacerse del único obstáculo que ahora le impedía obtener aquello que anhelaba.

-Sam, aún no...-le susurré entre suspiros.

Él paró y me beso en los labios.

-Puedo esperar (tn)...-me respondió con delicadeza, luego se tumbó a mi lado y me rodeó con sus brazos, refugiándome en el hueco de su pecho, dónde el sueño me acunó esa noche.

My little and problematic debility (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora