My little and problematic debility (TERMINADA)

3

La música sonaba.

Bom.

Bom.

Retumbando en mi cabeza, impidiéndome distingir el sonido de mi pulso, aumentando por segundos.

Estábamos tan cerca...Casí podía sentir el roze de sus labios. Gotas de sudor le resbalaban por la frente. Hacía mucha calor. Alguien me empujó, provocando que perdiera el equilibrio, pero él me sujeto, antes de que tocara el suelo. Una sonrisa asomó por su rostro, y entonces fue cuando le besé.

Él no se sorprendió, siguió el beso con fuerza, y bajo su agrarre algo más.

Los besos seguían y seguían, aumentando la temperatura por momentos. Él me besaba con fiereza, y eso me enloquecía. Tenía claro que no iba a acabar donde él quería que acabase.

Así que me separe.

-Voy a la barra a buscar algo de beber, quieres que te traiga algo?-dije casi sin aliento.

-No, tranquila, no hace falta.-rió.

Me giré y note como sus ojos me seguían.

Me senté en el tamburete de la barra y pedí una coca cola.

Me quedé un rato allí. Pensando en todo lo que acababa de suceder. Me dolía algo la cabeza. Busqué el móvil en el bolso, pero no lo encontraba. Lo vacié entero y lo miré una vez y otra, cada vez con más desesperación.

"Mierda, mierda, mierda...Seguro que me lo habían robado mientras bailaba en la pista sola. O puede que lo llevara en el bolsillo del pantalón y se me cayera..."

Ya no lo recordaba. Al parecer los dos mojitos que me había bebido esta noche me habían subido bastante.

"Como se supone que voy a encontrar a Allie ahora?, no puedo irme sin ella."

Cuando me termine la coca cola, volví a la pista de baile y me pare en seco ante la escena. Asombrada, impactada.

Sam, el chico con el que había estado bailando estaba dandose el lote con una chica rubia que no podía llevar una falda más corta.

"Qué esperabas?"

No lo sé. Sabía que podía suceder, al fin y al cabo era un tio, el cual hacía apenas unas horas que había acabado de conocer, pero aún así me sentía sucia, decepcionada, tonta.

Me giré de nuevo con los puños cerrados y me fui hacía la barra de nuevo.

Estube pensando un buen rato que iba a hacer. Pero por más que lo intentaba solo se me ocurría una opción. Buscar a alguien para que me prestara su móvil y llamar a Allie. Si no me lo cogía me iria a casa sin ella. Ya estaba cansada.

-Pelea! Pelea! Pelea!

Oí gritar y inmediatamente una multitud formo un circulo alrededor de la pista.

-Otra vez no...-Oí decir al hombre de la barra.-Este Sam siempre igual, metido en la misma mierda. Mira que le advertí...

"Sam?...Es igual que le den, se lo merece por capullo..."

Salí del local, necesitaba que me diera el aire o la cabeza me iba a estallar. Me senté en el borde de la acera de enfrente, inentando controlar las nauseas.

"Nunca más...Nunca más..."

-Ey! Tranquilos joder! Ya me largo!-Oí gritar a alguien.

Alcé la vista y lo ví. Le sangraba el labio bastante y la nariz. Tenía los puños apretados y rojos mientras lo echaban a empujones los de seguridad por la puerta del local.

Él les dirigió una mala mirada y luego miró al frente. Nuestros ojos se encontraron. Y entonces le indiqué que se fuera a la mierda. Por decirlo de una manera más sutil.

Él torció el gesto en una sonrisa magullada y se acerco a mi.

-Ey, hola.

-Adiós.-le respondí sin mirarlo.

-Oh vamos no te enfades preciosa.-dijo él sentándose a mi lado.

-Vete con tu rubia y dejame...-susurré de mala gana.

-Venga no seas así...-dijo él mientras me daba un beso en la mejilla.

Lo miré.

-Vete...

Él me volvió a besar, pero esta vez en los labios.

Suspiré agotada, y saqué un pañuelo del bolso, secándole la sangre que le caía por el rostro.

Él sonrió.

-Eres un jodido desastre. De que te ries?-le dije frustrada.

-Eres tan dulze...Que hace una chica como tu, en un lugar de mierda como este?-me respondió.

-No lo sé...Oye me dejas tu móvil?, e predido el mio.

-Toma.-dijo sacándolo del bolsillo.

-Aprieta la herida.-le dije dandole el papel.

Llame a Allie tres veces. Pero no me respondió.

-Sabía que no tendría que haber venido...-Dije enfadada.

-Quieres que te lleve a tu casa?-dijo él.

Lo miré. Y lo volví a mirar.

"Que demonios..."

-Esta bien.