My little and problematic debility (TERMINADA)

8

Sonreí como una estúpida por sus palabras.

Ya ni siquiera conseguía recordar porque estaba enfadada con él. Estaba tan atrapada entre sus brazos, entre sus labios...

-Puedes besarme si quieres eh?-rió Sam.

Sus palabras me devolvieron a la realidad. Al parecer no había apartado la vista de sus labios en todo el tiempo.

-Eres un creído...-le respondí molesta, mientras me alejaba de él.

-Ei, ei, ei, yo no tengo la culpa de que te me quedes mirando los labios fijamente, así que no se porque demonios te molestas...-se quejó.

Miré el reloj.

Eran las nueve de la noche, y aún no habíamos encontrado otra parada de autobús.

-Voy a llamar a un taxi.-le dije sin mírarlo.

-Ya quieres irte?-me dijo mientras me rodeaba con sus brazos.

-Sí.-le respondí no muy segura.

-Y si te propongo un plan?

-Sorprendeme.-reí.

-Podemos ír a cenar...Y luego a la feria que hay cerca de aquí...Y luego llamamos a un taxi y te vienes a dormir a mi casa...-me susurró al oído.

-Mmm, la cena esta bien, la feria también...Pero dormir en tu casa, definitivamente no.-le respondí.

-Oh vamos, no haremos nada te lo prometo.-sonrió.-Nada que tu no quieras, claro...

-Sam...No, no.

-Bueno, te lo pensaras al menos?-preguntó esperanzado.

-Esta bien...-le dije automáticamente.

En que demonios estaba pensando... No. No.

Sabía que si le decía ahora que no, solo conseguiría que insistiera más, así que lo deje estar.

Cogí el móvil y llamé a mi madre.

-Mama, me voy con Allie a cenar, y tal vez luego vayámos a la feria que hay cerca de "Leixton".-le dije sería.

-Esta bien...Te quedaras a dormir en su casa?-me preguntó.

-No lo sé...Si me quedo te llamaré.-

-De acuerdo. Tened cuídado...

-Sí, tranquíla mama, nos vemos.-le respondí, y acto seguído colgué.

-Chica mala...Muy mala.-dijo Sam, mientras me cogía de las piernas y me levantaba del suelo cargándome en su pecho, mientras empezaba a dar vueltas sobre si.

-Sam!-le grité mientras no podía dejar de reír.

Él paró y me dejó en el suelo.

-Qué quieres cenar?-me preguntó.

-No sé, pagas tú, eliges tú.-le respondí mientras empezábamos a andar.

-Me parece bien.

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Habíamos cenado, y ahora nos dirigíamos hacia la feria. Para variar Sam no se había comportado como un auténtico idiota, sino, todo lo contrario.

La verdad es que me gustaba mucho ese Sam. Divertido, húmilde, amable...Pero era real?

Nos bajamos del taxi. Las atracciones y el suelo aún permanecían ligeramente húmedos por la lluvía de hacía unas horas, pero a pesar de ello había bastante gente.

-Mira, mira, mira, yo quiero subírme allí!-le dije señalando una alta montaña rusa que subía y bajaba varias veces, con alguna que otra vuelta del revés.

-Quieres que vomite o qué?-rió.

-Bueno...Esta bien, lo pospongo hasta dentro de un rato...Pues entremos allí.

Un cartel viejo y pintado se sujetaba a duras penas en lo alto de una caseta. Al parecer era un laberinto de espejos.

-Esta bien...-me respondió mientras arrastraba el "bien" con desgana.

Había poca cola así que entramos rápido.

Empecé a córrer para despistar a Sam.

-Con que esas tenemos eh?-lo oí decír, y luego empezó a córrer detrás de mí.

De prontó las luces se apagarón. Me paré de golpé y cogí el móvil para encender la linterna.

No ví a nadie a mi alrededor.

Sam no estaba.

"Será parte de la atracción..."

Oí un disparó, y la gente empezó a gritar. Oía pasos, uno detrás del otro.

Asustada enfoqué la linterna hacía uno de los espejos, y en su reflejo ví a Sam con una pistola en la mano, y a un chico en el suelo...

Me fijé en la ropa del chico...Lo recordaba...Era el chico del autobús...

Grité alarmada y Sam se giró mirándome sorprendido.

"Mierda...Mierda..."

Empecé a córrer en busca de una salida de emergencía o algo por el estilo.

Tenía que huír y marcharmé de allí.

Empujé una de las puertas de emergencía y salí a la parte trasera de la caseta. Me escondí detrás de uno de los árboles que la rodeaban.

Solo podía oír el sonido de mi respiración, y el ritmo de mi pulso agitado.

Qué sabía exactamente de Sam?

Nada. No sabía absolutamente nada. Sabía que era un chico conflictivo, pero hasta que punto?

No podía volver con él. Debía alejarme...