Peaky Blinders oneshots

Tommy Shelby

Título: El último golpe

Autor: themenof--birmingham

Protagonistas: familia Shelby x Lectora Shelby

Link de la historia: https://themenof--birmingham.tumblr.com/post/626447237951717376/the-last-strike

Idioma original: inglés

Advertencias: violencia doméstica

Resumen: Tommy vende a la hermana Shelby por un matrimonio concertado y toda la familia está en contra? Ella está de acuerdo, pero resulta que el novio es abusivo y la familia ve lo que le sucede cuando la golpean brutalmente en el hospital.

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Habían pasado aproximadamente dos semanas desde tu ceremonia de matrimonio arreglada y el temor de separarse de tu familia estaba pasando factura. La mayoría de los días, tu tía Polly y / o tu hermana mayor Ada llamaban para hablar contigo. Si bien mantuviste una cara valiente, o más bien una voz valiente, lo que sentiste fue realmente contradictorio.

Hiciste todo lo posible por evitar a tu marido obligado todas las noches cuando llegaba a casa. Las peores noches eran cuando se podía oler el licor en el momento en que se abría la puerta principal. Acompañado de un paso pesado, el piso vibraba con cada paso que daba, acercándose cada vez más rápido.

Nunca podrías contarle a tu familia sobre el abuso. Tu hermano Tommy nunca podría saberlo. A pesar de que organizó el matrimonio, nunca podría saber lo que sucedió porque entonces tendría que actuar y traicionar sus acuerdos comerciales.

Una noche en particular, las cosas dieron un giro perjudicial. Estabas en la franja de vegetación que corría a lo largo de la parte trasera de la casa. Cuando se inclinó para inspeccionar lo que parecía una rana, la puerta trasera se abrió de golpe. Te volviste hacia tu marido obviamente ebrio.

Sin decir palabra, se estiró para agarrar un palo de escoba sin fundamento y lo agarró con firmeza, acercándose a ti con prisa.

Lo último que sintiste fue el golpe del palo contra tu cráneo seguido por el inevitable impacto del suelo endurecido contra tu hombro y parte superior del brazo.

...

En el momento en que tus párpados se abrieron, Ada se cernió sobre ti con ojos preocupados. Mientras parpadeabas, ella dio un paso atrás y comenzó a gritar para que un médico te atendiera.

Cuando volteas a mirar a su alrededor, te das cuenta de que estabas en una habitación privada de un hospital. Cuando un médico de mediana edad se acercó a tu lado, comenzó a hacerte preguntas, pero tu  negaste con la cabeza, incapaz de seguir el ritmo.

En lugar de seguir molestándote, colocó una mano suave en tu hombro, levantándote hacia adelante. Eventualmente pudiste sentarte en la cama, con una almohada en la base de tu espalda, manteniéndote erguida.

El médico se tomó unos minutos para comprobar tu estabilidad. Mientras probaba tu pulso en la parte superior de tu brazo, miró hacia abajo para ver los moretones más grandes que haya presenciado. Tus antebrazos internos estaban cargados de negro y azul, recordándote la huella familiar del agarre de tu esposo. En tu otro brazo, más moretones cubrían la piel, pero todo lo que podía hacer era suspirar.

Satisfecho de que te encontrarás en una condición estable, el médico se excusó. Cuando salió por la puerta, entraron tus hermanos. Una vez que se reunieron alrededor de tu cama, Arthur comenzó a soltar una serie de maldiciones. Cuando tu cabeza asintió hacia adelante por sí sola, te diste cuenta de que había un gran vendaje alrededor de tu cabeza. Levantando la mano para tocarlo, recordaste el ataque de tu esposo. Hiciste una mueca de memoria en lugar de dolor.

Una vez que los miembros de tu familia habían expresado su enojo y su indignación, volviste tu mirada hacia Tommy. Se paró directamente frente a ti, proyectando una sombra a los pies de la cama. Se aclaró la garganta y abrió la boca para hablar, por fin.

"¿Fue él?" preguntó, dejando que la amargura y la rabia se filtraran a través de su tono.

Asintiste con la cabeza, incapaz de encontrar la fuerza para hablar.

Tommy volvió la cabeza para mirar a sus hermanos. "Saben qué hacer."

Arthur y John asintieron, se ajustaron las gorras y se dirigieron hacia la puerta.

Te tambaleaste hacia adelante, demasiado rápido para estar cómoda. Forzando la voz en un graznido, dijiste: "¿Qué hay de los negocios, Tom?"

Él se burló con disgusto. “Cruzó una línea. Nadie le falta el respeto a un Shelby. Ninguno."

Ada sujetó tu hombro y te ayudó a volver a una posición neutral. Mientras veías a tus hermanos irse para manejar las cosas a su manera, soltaste un suspiro de alivio, contenta con saber que tu familia te respaldaba y te protegería, sin importar qué.

En lugar de estar eufórica por la tortura y la probable muerte de tu esposo, encontraste más consuelo al saber que ya no estarías retenida en un matrimonio desastroso por el bien del éxito de la familia. Sabías que Tommy encontraría la manera de superar las pérdidas que se produjeran al romper los lazos con los aliados de tu marido.

Sin embargo, eras una Shelby y merecías algo mejor.