The Fortune Kookie (KTH +JJK)

Capítulo 11: If I dare say i'm in love with you

Era la segunda mañana que Yoongi se despertaba en una cama de hospital, y no podía esperar a que le dieran el alta para coger lo poco que había llevado consigo y volver a casa. Odiaba la comida del centro de salud y detestaba el café americano de la maquina expendedora. Además, echaba de menos a los gatos, e incluso los quehaceres de los que tanto se quejaba en su día a día trabajando en el café.

También contribuía a su mal humor el hecho de que Seokjin se hubiese ido sin despedirse y sin dar explicaciones. Hoseok tampoco había podido darle respuestas, y se estaba comportando de forma sospechosa y molesta, obligándole a quedarse en la cama cada vez que intentaba levantarse y aseguraba que ya se encontraba en perfecta forma.

-Te traje el mixtape de Seokjin para que lo escucharas.

-Ya lo escuché-Yoongi se cruzó de brazos, enfadado de forma irracional con sus amigos-, y es muy largo. No pienso permanecer aquí mucho más tiempo...

-Jin me pidió que se lo devolviera porque quería añadirle una parte más al mixtape. Algo que no sabía si incluir o no...y cambió de opinión. Creo que deberías escucharlo.

Yoongi bufó y le dio la espalda en la cama a su amigo, que encendió el ordenador sin esperar una respuesta afirmativa. Pasó las canciones y la voz de Seokjin hasta llegar al final de la cinta. Se oyó un carraspeo nervioso, y Yoongi se dio la vuelta de nuevo, repentinamente atento.

-Yoongi, soy yo otra vez. No sé si voy a atreverme a incluir esta grabación en el corte final del mixtape, así que a lo mejor estoy hablando solo como un tonto en este momento. No sé si tiene sentido decirte esto, porque el tiempo no nos ha cambiado tanto como yo creía que lo haría. No quiero que me eches de tu lado otra vez, pero creo que...sí, creo que...tú no necesitas escucharlo, pero yo sí necesito decirlo...¿de acuerdo...?

Porque cuando volví a verte lo supe, que todavía...todavía siento lo mismo por ti. Has madurado y llevas el pelo diferente y tienes las mejillas más llenas que antes, y ahora sonríes mucho más...pero sigues siendo el mismo Yoongi del que me enamoré. Y yo, aunque parezca tonto y despreocupado, sigo siendo el mismo Seokjin que se enamoró de ti. Sí...yo...te lo dije entonces...¿verdad? No me acuerdo de muchas cosas, pero sé que te dije que te amaba desde que tenías trece años. Con esas palabras exactas, porque se me quedaron grabadas, igual que tu gesto cuando me apartaste.

No estoy en el derecho de reiterar esos sentimientos y esperar una respuesta distinta...solo...no quiero darle vueltas a las cosas...debería intentar...no soy tan bueno con las palabras como siempre lo fuiste tú, pero me gustaría poder decirte un montón de cosas bonitas para que por lo menos no me rechaces de forma tan tajante. Sea como sea, sé que probablemente me romperás el corazón otra vez...pero ahora que eres tú, y que nadie puede hablar por ti...ahora confío en que serás más delicado. En que me dejarás quedarme a tu lado.

Bueno, voy a...eh...voy a intentar decir algo bonito y profundo...Voy a hablar de cuando te conocí, y de todas las cosas que quería decirte ese día en el aeropuerto...No tienes ni idea de lo especial que eres, que has sido siempre. Ojalá pudieras verte a través de mis ojos; sé que así te darías cuenta...La primera vez que te vi jugar con un gato teníamos trece años y creo que nunca te había visto ser tan cariñoso con nada ni con nadie. Le estabas acariciando la cara y diciéndole que era bonito y yo me sentí muy estúpido porque me di cuenta de que le tenía envidia a un gato. Y esas noches que nos quedábamos a dormir en mi casa y mirábamos el techo y nos imaginábamos las estrellas, o tú me rapeabas en voz baja canciones que habías escrito. Para mí significaba el mundo que solo quisieras mi opinión, y la de nadie más. Porque yo te escuchaba, pero tú siempre me escuchabas a mí. Siempre te tomabas el tiempo de preguntarme por mi día cuando nadie más lo hacía, y te saltabas las clases conmigo, y yo te acompañaba por las noches cuando había batallas de rap, y para mí tú las ganabas todas.