Capítulo 5: Crystal snow

334 37 44
                                    




Quedaba apenas un día para Nochebuena. Jungkook había comprado los regalos de todos sus amigos     con varios meses de antelación, pero seguía dándole vueltas a lo que podía darle a Taehyung. No lo conocía lo bastante. Emocionalmente, se sentía conectado a él, como si supiera lo que iba a decir o lo que sentía, pero aún no sabía cuales eran sus gustos, o si tenía hermanos. Había muchas cosas de las que no habían hablado todavía. Cuando le preguntó a Namjoon, este le dio información completamente innecesaria en aquel contexto, y se pasó un cuarto de hora hablando del fetiche de pies que Taehyung había desarrollado en la universidad.

    Jungkook también le pidió consejo a su madre, pero la única aportación de la señora Jeon fue sugerirle que se envolviera a sí mismo con papel de celofán, o que se atase con un lazo. "Serías el mejor regalo del mundo para él". Y le habían ardido las mejillas porque, aún conociéndola, no estaba muy seguro de en qué sentido lo decía. No sabía si era algo bonito o algo sucio. No importaba...

    Salió de la ducha todavía pensando en ello, y se enrolló una toalla en torno a la cintura. Se había dejado la ropa en la habitación, de modo que tendría que aventurarse a pasar por el salón con el torso desnudo, su piel todavía húmeda y brillante. Se tomó un par de minutos para prepararse mentalmente, porque sabía que Taehyung estaba en el salón enviando curriculums a diferentes empresas de diseño, con tal de buscar un nuevo empleo.

    Los dos minutos no habían bastado. Taehyung levantó la mirada del ordenador, y se pasó la lengua por los labios, sin quitarle los ojos de encima. Tal vez solo se había distraído, o estaba mirando a la nada y él se había interpuesto en su campo de visión...No...Fuera por lo que fuera, Jungkook se había quedado paralizado. No sabía si aquella forma que tenía el chico mayor de morderse el labio inferior mientras lo hacía suyo con la mirada lo incitaba a deshacerse de la única prenda que llevaba encima o, por el contrario, a cubrirse por completo, vencido por la timidez. Porque le miraba como si fuera una obra de arte, pero Jungkook se sentía pequeño y vulnerable.

    Y nada de aquello tenía sentido. Que Jungkook sintiera que la atracción era mutua probablemente se debía a que uno tiende en ocasiones a ver lo que quiere ver, distorsionando la realidad en favor propio. Después de todo, no tenía razón alguna para pensar que a Taehyung pudieran atraerle los hombres, además de las mujeres.

Jungkook no era lo que Taehyung buscaba.

Jungkook no era Hana, y tampoco quería serlo.

    Corrió hacia su cuarto y se puso una camiseta negra que no mejoró demasiado el asunto. Decían que a veces sugerir era mejor que mostrar, y aquella camiseta marcaba sus pectorales y sus abdominales, pegándosele al cuerpo por la humedad. Taehyung le saludó por segunda vez, y él se sentó a su lado para terminar de vestirse, porque había quedado con Jimin para salir a comer.

    -¿Cómo vas con eso?-preguntó, colocando la cabeza sobre su hombro para ver mejor la pantalla del portátil.

    -He estado revisando el curriculum y creo que tengo bastantes posibilidades. Siempre me han dicho que tenía un buen futuro por delante. Talento, esfuerzo, todas esas cosas...Tuve un mal día, pero sería una tontería rendirme solo por eso. Vendrán oportunidades mejores.

    Jungkook sonrió ampliamente. En cuestión de días, el ánimo de su amigo había mejorado muchísimo. Todavía tenía sus momentos de bajón y casi todo le recordaba a Hana y a Bogum, pero también se reía más a menudo. Y también había muchas cosas que le recordaban a Jungkook, aunque este estuviese a su lado casi constantemente. Era detallista y atento con todo el mundo, por eso él no podía permitirse creer que le miraba de manera especial.

    -Me alegro de que te hayas dado cuenta.

    -Gracias, Koo.

    -¿Yo?¿Yo por qué?

The Fortune Kookie (KTH +JJK)Where stories live. Discover now