13. Nos vemos bajo el agua.

Comincia dall'inizio
                                    

A ciencia cierta, no sé nada. Duermo en sus brazos, me retuerzo contra el calor de su cuerpo, le odio y le manipulo como me es posible, pero en el fondo no sé nada de él. No quiero saberlo, lo que leí en su expediente me parece más que suficiente.

—Nada.

Anderson sonrío.

—No te creo, Igor. Algo te habrá dicho tu hermano.

La mención de Winston me descolocó. De repente todo se movía a mi alrededor, el corazón me cabalgaba con impaciencia dentro del pecho. Tragué saliva, miré a Anderson por un tiempo y finalmente decidí que no, que no me gustaba, que su mirada burlona solo estaba haciendo divertido todo mi sufrimiento en este infierno.

—¿Qué sabes tú de mi hermano? —pregunté, desesperado.

—Nada, lo mismo que tú.

—Mientes.

—Ten cuidado, yo estoy a cargo aquí.

Y yo tengo a Eddie. Quise responder, pero me detuve la lengua un segundo antes de, eso era completamente mentira...yo jamás he tenido ni tendré algo como él. No por voluntad propia. Así que suspiré rendido, mirando hacia el piso, no me convenía pelearme con el enfermero porque era posible que no me dejara usar las duchas de este piso y eso si sería una verdadera tragedia.

—Solo quiero ver si puedo utilizar las duchas —expresé, rendido.

Anderson sonrío, como si fuera consciente de algo que yo ignoraba, lo cual era muy probable en todos los sentidos.

—Muy bien —dijo simplemente, de una manera demasiado sencilla que me tendría que haber hecho desconfiar de inmediato.

Yo seguí caminando por el pasillo y cerré la puerta detrás de mí antes de quitarme la ropa. La ultima vez que había entrado en este lugar tenía la pierna en carne viva y Eddie se había terminado metiendo aquí como un bandido.

Vestido solamente con mi ropa interior, me metí bajo el agua e ignoré el mundo. Pensé en Winston, en mi vida, en la muerte. En mi muerte. Eddie tenía razón, yo no era del tipo suicida, pero nada me impedía en realidad acabar con todo este suplicio, con sus manos, con su cama. Pero eso significaba también acabar con absolutamente todas las posibilidades de encontrar a mi hermano, o de al menos saber que le había sucedido. Anderson lo sabía, Maurice también, incluso Gordon dentro de su locura tenía alguna idea de lo que le había sucedido, pero yo era tan inocente que me provocaba arcadas.

El agua me lavo el cabello, que empezaba a sentirse áspero y descuidado, además de largo, demasiado largo para mi gusto, este cabello sumado a mi estatura y mi complexión me hacían parecer una niña. Pasé por lo menos media hora metido bajo el agua antes de escuchar el sonido de la puerta al cerrarse. Me sobresalté tanto que casi caigo al piso, pero no me sorprendió encontrarme a Eddie mirándome de arriba abajo con una sonrisa cínica. No me esforcé por taparme o actuar con timidez, simplemente lo miré y le devolví un asentimiento, para que supiera que yo era consciente de que estaba ahí, pero que no me importaba.

Era todo una máscara, al fin de cuentas. Pero era una que me había funcionado últimamente para tenerlo lejos incluso aunque a veces en las noches yo mismo me presionara en su pecho para estar más cerca de él.

Eddie se quedó parado frente a mí sin decir nada, yo me moví lejos del agua para secarme, planeaba vestirme y buscar algunas de las píldoras para dormir que me había robado de las medicaciones de Gordon. Y entonces, él me detuvo. Yo sentí la sangre helada, conocía perfectamente esa clase de miradas.

—Dime algo Igor —expresó él.

Yo miré hacia abajo, ignorándolo, pero me quedé quieto a la espera de que simplemente siquiera hablando.

Killing EddieDove le storie prendono vita. Scoprilo ora