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Ser Elizabeth Cooper Hill no era para nada sencillo...Nunca lo fue. Para empezar con su familia conservadora y rica, obsesionada con un buen comportamiento y la pureza de la sangre. Un prometido loco y cobarde que trató de salvarlos entregando el poder de la joven en manos de Voldemort, tener una hija con el, tratar de escapar, aparentar su muerte, ser encontrada, y encerrada en Azkaban por ser seguidora del loco maniático. Su vida había pasado por muchas emociones a sus escasos treinta y pico años (No estaba muy segura de cuantos años tenía) y para ser honesta, estaba cansada.

La mujer rubia tomó una profunda respiración, su espalda recta y sus ojos cerrados daban la sensación de que estaba en completa calma. Voldemort la miraba atentamente, como la odiaba.

-Si sigues mirándome así comenzare a creer que te tomas en serio tu papel de padre y marido-Se burló con voz cansada, no era extraño que ella buscara molestar al señor tenebroso. Quería solo una cosa...Que la matara de una vez.

-Si tan solo pudiera matarte-Murmuró haciendo que Elizabeth pensara Hazlo...Tal vez solo así podrían tener una oportunidad. No, se daría cuenta; Debía esperar a que Potter muriera. Demasiadas variables y buscaba un solo resultado, no podía equivocarse a estas alturas. 

-Que lastima siento por ti-Lord Voldemort bufó molesto.

-¿Que esta haciendo Megan ahora?-Elizabeth rodó los ojos, la quinta vez que preguntaba en diez minutos, y no preguntaba por preocupación. 

-No tienes que vigilarla cada dos minutos.

-El problema es que cuando quiero vigilarla estas tu en medio, tampoco quiero freírle el cerebro-Sonrió de lado, como amaba hacerlo rabiar. 

-Que lastima siento por ti-Repitió con voz cansada. Lord Voldemort apretó los puños e intentaba calmarse caminando de un lado a otro-Le harás una zanja a la pobre mansión.

-Cierra la boca Levron.

-Levron, creo que es poco propio llamarme así Ryddle, mi familia no existe, no tiene sentido llamarme por como se me identificaba en vida-Voldemort la odiaba, no solo por que muchas veces no sabía que responderle, si no por que era más lista y tenía muchas ventajas. Como la odiaba. No se parecía en nada a April Copper Hill, su primera seguidora, ella si que era una mujer de provecho, lástima que esta muerta.

-No me llamo Ryddle-Dijo sin saber que responder a lo demás. 

-Jamás te llamaré como lo hacen tus mortífagos, si es lo que buscas Voldy-Megan estaba otra vez con ese chico Zabini, maldijo internamente y comenzó a hacer su juego mental. Era simple pero poderoso. 

-Te rompería el cuello si pudiera-Busca a Eduard

-Que lastima siento por ti-La chica se despidió del moreno y comenzó su búsqueda. Como amaba su poder

-¿No sabes decir otra cosa?-Se estiró un poco en su lugar bajo la mirada atenta de Lord Voldemort.

-No vale la pena gastar la poca energía que me queda después de mis juegos mentales-Un poco más tranquila se dedicó a observar mas subconscientes, era fácil siempre y cuanto tuviera una fuerte conexión con la persona. Esa era su habilidad, podías ver la mente, pero la mente no era segura para nada...El subconsciente por otro lado, no mentía; No engañarás, sonrió de lado al ver como fallaba en su propio juramento; bueno no iría al infierno por eso, al final era por una buena causa. Que lástima que nadie sabría que ella y Severus eran los mejores mentirosos...Engañar a Voldemort, les gustaba la adrenalina.

-Juegos mentales...-Otra profunda respiración se escuchó de parte de la mujer.

-Dumbledore sospecha-Murmuró luego de un rato al ver el subconsciente de Eduard, que estaba preocupado por eso-No tiene un nombre pero algo pasa, posiblemente otra vez el hijo de James haya dicho algo.

-Ese Potter...¡Lo mataré uno de estos días!-Elizabeth soltó una risa, aumentando el enojo del hombre, que ya sabía que no valía la pena discutir.

-Malfoy y Eduard van bien con su tarea, por si te interesa...Lento pero seguro-El pobre de Draco estaba llorando en un baño, no le diría eso; claro que diría que iban bien, a pesar de que no fuera del todo cierto. 

-Me sorprende, creí que sería igual a Lucius...

-No sería la primera vez que asumes-¿Si la golpeaba perdería su ventaja? Muy posiblemente.

-No me provoques.

-Vivo provocándote, vives amenazándome...Por que no mantenemos la paz el ultimo año que nos queda juntos-Su mirada se iluminó y preguntó por si había escuchado mal.

-¿Ultimo año?

-Bueno según la cabeza de Megan-Mintió-El ultimo año...Tal vez poco más, no tiene fecha su linda cabecita-Yo no tengo fecha...Ja, y Voldemort sonrió. 

-Eso significa, que lograré matar a Harry Potter-Ella asintió con cansancio.

-Felicidades...Si todo sale bien, lo lograrás-Murmuró con sarcasmo, Lord Voldemort se acercó amenazante apuntándola con su varita-Ah no, todavía no Tom.

-¡Odio a tu familia! ¿por qué debían aceptar ese estúpido regalo de los fundadores?-No engañarás; el lema de su familia. 

-No lo sé idiota ¿Por que no les preguntas?-Definitivamente estaba harto de ella, odiaba no poder matarla...Si la mataba, su ventaja contra Harry Potter, desaparecería por completo.

-¿Cuanto falta para que desarrolle todo lo que va a desarrollar?

-Un rato, no mucho...-Mintió ella-Esta en proceso de descubrir todo lo que puede hacer, ten paciencia con un demonio-Jamás los desarrollaría hasta que ella estuviera muerta, y esa era la ventaja que tenía Potter contra Voldemort...Al menos le daría tiempo a Megan para actuar bajo su propio juicio.  

Tiempo, era todo lo que necesitaba....Tiempo...Sin importar el costo, no debían dejar a Voldemort ganar.

Lo miró una ultima vez antes de volver a cerrar sus ojos a la par que tomaba otra respiración profunda. Voldemort observó cada movimiento...Sabía que algo tramaba.

Dejarla en Azkaban había sido una buena idea, después de todo la había mantenido contenida y sin intervenir en sus planes (Al menos eso era lo que creía y era mejor así)...Sin duda sacarla había sido mala idea, aunque no iba a mentir que disfruto del pequeño momento en el cual Elizabeth Copper Hill se vio confundida...

Por supuesto, la mujer no le había dicho nada de lo que quería, aún y cuando había amenazado con asesinar a Megan. Elizabeth no cedió ni un poco, no dudo ni un segundo. A veces sentía escalofríos por su determinación. Como disfrutaría el día en que ya no respirara más, como disfrutaría matarla el mismo...

Como la odiaba

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Helloooooooouuuu, ELIZABETH COPPER HILL GENTE. Ya le tocaba. Este capitulo se hizo para darles una idea de ¿Qué hace viva? XD más adelante se explicará todo con detalle 7u7

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