La vida no es una tonta novela de Wattpad.

Tal vez tu puedas vivir con eso, pero yo no.

Narra Geraldine

Vi a Andrew desaparecer entre la multitud de gente, no pude decirle la verdad y eso me estaba atormentando.

—Te dije que fueras creativa— la voz de Adria apareció.

—Voy a decirle, pero al rato.

—Está bien, dile cuando te parezca correcto— sonrió— Cuando veas a Andrew le dices, por favor, que Ricardo se cambió a mi salón.

—Claro, le digo yo.

Adria se fue y yo camine hacia el salón, al llegar al salón y Andrew ya estaba ahí. El día paso de lo más normal y eso me mantenía tranquila.

—¿Quieres salir conmigo hoy? —le ofrecí a Andrew arriesgándome a tener la misma respuesta de la mañana.

—Claro— dijo sin siquiera voltearme a ver.

—¿Encontraste a Ricardo?

—Si— contesto seco.

Algo andaba mal.

Narra Andrew

Caminaba por toda la escuela buscando a mi amigo hasta que lo encontré, su mirada y la mía se encontraron, pero Ricardo ser dio media vuelta y se fue. Corrí para alcanzarlo, pero él se detuvo.

—¿Qué necesitas? —me dijo seco.

—Se que ya te enteraste de lo que sucedió, pero contigo no hay ningún problema— lo mire a los ojos.

—Yo sé que el problema no es conmigo, si no que yo no quiero estar del lado de ninguno. Ya se lo dije a Luca, estaré alejado de ustedes hasta que alguno intente arreglarse con el otro— levanto los hombros.

—Luca dijo algo que no debía

—Yo lo conozco muy bien, sé que Luca no dijo nada, él no es así

—él me dijo que lo hizo.

—Yo no lo creo, no quiero crear enemistades, pero siento que será mejor si le preguntas a Geraldine como es que lo descubrió.

—Estaba muy enojada, alguien tuvo que decírselo— levante los hombros.

—Yo siento que Geraldine trae algo y por miedo no te dice, pregúntale antes de que todo se haga mucho más grande de lo que ya es.

—confió en Geraldine...

—¿Mas que en tu mejor amigo? —eso fue lo último que escuche antes de que Ricardo se fuera.

Mi teléfono comenzó a sonar, me sobresalté.

—Hola—conteste.

—Hola, al fin conseguí tu número de teléfono, me llamo Will y también trabajo en el orfanato— la voz del otro lado de la línea no la conocía.

—Claro ¿sucedió algo?

—No, solo quería decirte que recibiste una visita el domingo, pero creo que no te encontró porque se fue corriendo luego de un minuto de buscarte.

—¿En serio?

—Si, le dije a Adria que te dijera, pero ella nunca se acuerda de nada— se rio.

—¿Cómo era la persona?

—No tan alta, cabello no tan largo y tenia los ojos algo claros— Geraldine.

—Muchas gracias, pero no la conozco.

—De acuerdo, nos vemos el fin, cuídate mucho.