La vida no es una tonta novela de Wattpad.

¡No lo toques!

Lunes.

Cuando llegue a la escuela vi a Ricardo en la entrada así que me fui con él, decidimos ir al salón y Geraldine ya estaba ahí, Luca estaba a su lado y en cuanto me vio llegar dejaron de hablar de lo que sea que estaban hablando.

—¡Holaaaa! —dijo Ricardo.

—Hola— le saludo Geraldine de mala manera.

—Alguien amaneció de malas hoy— dije

—No es algo que te importe— me dijo.

Algo no está bien.

—¿Estás bien? — le pregunté no lo está.

—Ya te dije que no te interesa, así que déjame en paz.

—No tienes por qué hablarme así, tranquilízate— le dije serio, su actitud grosera sin ningún sentido me estaba molestando.

—No tengo nada— bajó su tono de voz —Por cierto, Luca se va a quedar aquí sentado hoy, me va a ayudar en algo.

—Vámonos, hermano— me dijo Ricardo mientras me tomaba de los hombros y me guiaba hacia la parte de atrás.

Nos sentamos en silencio, ¿estará enojada porque no la llame? ¿Luca le habrá dicho sobre el beso? Mis pensamientos eran muchos, cada que volteaba a ver a Geraldine me daba cuenta de que su cara no era sincera, sonreía, pero no era una sonrisa genuina.

Cuando el timbre de la última clase sonó, ella se despidió rápido de Luca y luego salió del salón, fui detrás de ella corriendo, ella corrió también, pero logré alcanzarla.

—¿Qué te pasa? —le pregunté con un tono que daba a notar mi fastidio por no entender nada.

—Deja de molestarme ya.

—No estoy entendiendo nada, la semana pasada todo estuvo bien ¿y ahora qué?

—Ya te dije que no es algo que te tenga que importar, así que deja de ser tan malditamente terco y vete— se volteó y la jalé del brazo, no de una forma brusca.

—¿A caso es porque ya regreso Adria? Es que si es por eso es una tontería— me agarré el cabello con frustración.

—No es que haya regresado, a mí me da igual lo que haga o deje de hacer— me estaba levantando la voz.

—¿Entonces que es? Porque estoy casi seguro de que solo te molesta que pase tiempo con ella.

—Exacto, me dices que te gusto, pero dos segundos después te vas con ella y no me hablas ¿A qué estás jugando? —me gritó inesperadamente.

—A nada ¿Acaso eres tan insegura que no puedes ver qué me gustas tú y no ella? —me estaba enojando.

—Sí, claro, te gusto yo—dijo con sarcasmo.

—No puedo entender porque no lo entiendes.

—¡Porque cuando tienes oportunidad vas y la besas! —se dio la vuelta y no la detuve esta vez.

Mi cabeza estaba intentando procesar lo que sea que había pasado, Luca debía quedarse callado.

Narra Geraldine.

Sali corriendo de ahí, mi cabeza estaba terminando de procesar todo lo que le había gritado a Andrew, me hubiera gustado que negara todo, pero obviamente no lo hizo, porque se besaron.

Necesitaba hablar con alguien.

—Hola, ¿qué haces aquí parada en medio del patio? —La voz de Luca apareció.