Incomodidad.

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Narra Adria.

—El chófer ya llegó — le dije a Andrew mientras veía la pantalla de mi celular.

—Genial, no sentí que tardara tanto — el rio, su sonrisa es de las cosas más lindas que he visto.

—¡Ay blandito! Siempre tienes super desacomodado el cuello de las chamarras — este chico nunca se fijaba en los detalles como esos.

Le acomodé el cuello y me quedé ahí.

Inmóvil.

No quería moverme.

Me sentía bien estando ahí, simplemente me sentía bien estando con él.

Después de un corto rato, una idea invadió mi mente.

—¿Listo? Bueno muchas gracias por acomodarlo, así no arruinaré mi gran imagen de galán de portada de revist... —no lo deje terminar de pronunciar aquella oración.

Jalé el cuello de su chamarra y lo besé.

Creí que se quitaría, pero no lo hizo.

Luego de unos segundos el beso se terminó.

Incomodidad.

—¡Caíste en el truco de la chamarra! —lo señalé con mis dedos y me reí, ¿Qué acababa de hacer?

—¿Qué acaba de pasar? —me preguntó y su voz tomó un tono bajo.

Vamos Adria, es ahora o nunca.

—Según la real academia de la lengua española, eso fue un beso —me volví a reír de nervios.

—No me refiero a eso —estaba serio y yo estaba asustada.

—No voy a disculparme, solo fue un impulso. Si quieres hablar de eso podemos hacerlo y si quieres que quede en el olvido entonces que se quede ahí —no me arrepentía de nada.

—No sé qué quiero, la verdad— se agarró la cabeza.

—No me hables tan serio, haces que me sienta incómoda— imitando sus movimientos yo también me rasque la cabeza.

—¿Por qué? Tú sabes hacia quién son mis sentimientos... —agachó la cabeza y miro sus tenis.

Si, lo sabía.

Sabía que él quería a Geraldine y yo no era ella, pero eso no iba a hacer que mis sentimientos cambiaran.

—¿Quieres la respuesta? Bueno pues aquí está. Lo hice porque me atraes, eres un chico muy lindo y me haces sentir cómoda conmigo misma, a veces siento que estoy mal, que solo quiero compañía porque nadie me ha tomado en serio jamás, pero desde el momento en el que nos sentamos juntos en una misma mesa a comer tacos me di cuenta de que no eras como las demás personas. No espero que mis sentimientos sean correspondidos, nunca lo he esperado, pero si quería darte a conocer lo que siento— no me di cuenta de que levante la voz, no al grado de gritar, pero si estaba hablando fuerte.

—No sé qué decir— volteó a verme.

—No tienes que decir nada blandito. No quiero que esto se vuelva incómodo para nosotros, me caes bien y te quiero, solo lo hice porque ya no aguantaba más no decírtelo— le sonreí.

—No puedo corresponderte— valla, creí que sentiría más feo, pero no.

—Te dije que no lo esperaba. No eres la primera persona que me gusta y tampoco serás la última. No volveré a hacerlo a menos qué tú quieras— le di una palmada en el brazo y guiñé un ojo.

—De acuerdo, ¿Puedo no hablar de esto?

—Claro, si no quieres que se hable, no se hablará, pero antes de volver a la normalidad ¿Puedo decirte algo? —junte mis manos en un gesto que daba a notar mis nervios.

La vida no es una tonta novela de Wattpad.Where stories live. Discover now