El mafioso #1 (Harry Styles)

Capítulo 43

HARRY'S POV

Las afueras de Londres eran totalmente distintas al centro. Nos encontrábamos en una calle llena de pequeños almacenes sucios y oscuros. No había gran iluminación en la calle, por lo que, nos guiábamos por los faros del coche. Había contenedores de basura tirados por el suelo y en el asfalto crecían plantas de lo viejo que era.

La luna se mostraba a través de algunas nubes que tapaban el cielo de ver las estrellas. Observé el GPS de Niall, el cual marcaba la posición del coche y la del destino al cual nos dirigíamos. Nos encontrábamos muy cerca, para ser exactos, solamente a una manzana.

-Recuerda que tu vuelo a Nueva York sale en unas cinco horas -Comentó Niall mirando el reloj del GPS. Lo sabía, perfectamente. No necesitaba que me lo recordasen cada minuto.

-No necesito que me lo recuerdes, suelo recordar las cosas importantes -Espeté bruscamente, Niall simplemente suspiró. El rubio daba a entender que no le había gustado la forma en que le había contestado. Se había acostumbrado a un Harry de buen humor, al Harry enamorado. Pero, aunque no era mi intención haberle contestado bruscamente, no lo pude evitar pues sentía nervios, tanto por el viaje como por asesinar a Luke y los demás.

-Te lo digo para que no te entretengas ahí dentro, y explote la bomba junto a ti -Me recordó. Asentí indiferentemente.

-Que ya lo sé, Niall -Saqué mi móvil. La una y media de la mañana-. No me pienso entretener con esos imbéciles. Solamente tengo que hablar un par de cosas con ellos. Nada importante.

-Si no es nada importante, ¿Por qué mierdas necesitas hablar con ellos? -Preguntó, aquella respuesta me resultó incómoda puesto que no tenía ninguna respuesta decente.

-Porque sí -Respondía rápidamente, sin pensar siquiera lo que decía-. Porque es algo importante y no importante a la vez. ¡No me estreses la mente! Que necesito tener las cosas claras -La calle parecía acabar en la lejanía, se veía la poca claridad que había reflejada en el río Támesis.

Llegamos al final de la oscura calle y salimos del coche. Un viento helado chocó contra mi rostro y mi piel se erizó. Observé mí alrededor sin comprender nada, allí no parecía haber ningún almacén, aunque era la ubicación que marcaba el GPS. Le lancé una mirada llena de confusión a Niall.

-¿Hemos llegado? -Pregunté. Niall asintió.

Niall comenzó a caminar a paso ligero por un pequeño callejón, donde pude observar los coches de los demás chicos aparcados a un lado de la vía. Llegamos a una pequeña plazoleta donde estaba el edificio que había señalado Louis. Era un lugar sucio, pues había restos de basura esparcida por el suelo y cristales rotos por todo el suelo.

Encontré a los otros tres chicos sentados en un muro mientras hablaban de algo, cuando nos acercamos el silencio se hizo presente. Mis ojos se encontraron con los de Zayn, quien habló:

-Tienes cuarenta minutos para entrar ahí y salir con vida -Dijo observando el reloj de su teléfono móvil.

-Ah, y están atados a una silla, no se pueden mover o huir -Añadió Liam con una amplia sonrisa.

Perfecto. No me iba a tener que preocupar porque pudiesen intentar atacarme, eso no ya era problema para mí. Al parecer, se habían ocupado de todo antes de que yo llegase, algo que me facilitaba el "trabajo".

-Es un simple almacén así que no tendrás problema para encontrarlos. Es más, pensábamos que quizá encontraríamos algo de valor, ya sabes, para sacar dinero pero no había nada -Comentó Liam con el ceño fruncido-. Había suciedad y más suciedad. Un lugar vacío, como si lo tuviesen de reserva.

-¿Y no habéis pensado para que lo utilizarían? -Tenía cierta curiosidad por aquel lugar, uno de los lugares donde Christian guardaba algo, era extraño de encontrar.

-Probablemente se tratase de un antiguo almacén que utilizaba Christian para guardar sus coches -Explicó Liam su teoría, la cual me resultó totalmente descabellada.

-¿En un lugar como este? Lo dudo -Le contesté-. No creo que haya nadie capaz de guardar coches de lujo en un lugar como este.

-Pasaría desapercibido -Liam se encogió de hombros.

-Eso ahora mismo no importa -Dije sacando la pistola automática de mi bolsillo-. Voy dentro.

Lancé una última mirada a los chicos. No dijeron nada. Al parecer no se iban a mover de allí hasta que yo saliese del almacén. Y se lo agradecía. Aunque por supuesto, no lo iba a decir. Aunque se habían acostumbrado a que estuviese de buen humor, lo que Niall catalogaba como "el Harry enamorado", tampoco quería volverme un blando. Yo tenía que hacer mi trabajo, no repartir amor por todo el mundo.

Subí la persiana de chapa gris del almacén. Viendo que además había otra puerta, la cual era de metal. Puse mi mano en el pomo y giró solo, obviamente Louis o quien hubiese entrado, la había dejado abierta.

Una vez dentro cerré la puerta, encontrándome con Luke observándome atentamente con una pícara sonrisa en los labios. Sin embargo, sus tres amigos no tenían esa expresión, de lo contrario ellos parecían estar indiferentes incluso algo asustados. Pues sus miradas no se fijaban en mí y tenían sus ojos posados en el horizonte juntamente con una seria expresión facial.

Seamos realistas. ¿Quién no se asustaría sabiendo que va a morir? Era algo lógico en el ser humano, el miedo a la muerte, la incertidumbre a no saber qué sucederá, asusta. El no tener la certeza de que hay después de la vida, no saber cuando va a suceder, no saber cuánto se sufrirá, aquellas cuestiones, no se podían contestar.

Me crucé de brazos mientras le sonreía de vuelta a Luke. Por fin todo aquello iba a acabar.

-¿Qué se siente al saber que vas a morir en menos de media hora? -Le pregunté, con curiosidad.

-¿Debería sentir algo en concreto? -Me contestó él retóricamente. Imbécil.

-Tú sabrás, no estás en condiciones ni en una posición apropiada para retarme, Luke -Dije.

-Entonces habla, no has venido simplemente a hablar sobre la muerte, y a preguntarme qué se siente antes de morir. Tampoco a recordar viejos tiempos en los que Christian mató a tu familia, ¿verdad? -Mi puño se estampó contra su mejilla haciendo que ésta comenzase a sangrar y Luke sonrió. Él no tenía derecho a mencionar aquellas cosas sobre mi familia.

-Cierra la puta boca, Luke -Le advertí-. Te puedo matar ahora mismo, si me da la gana.

-Déjate de amenazas, Styles -Contestó él, mirándome fijamente a los ojos-. Igualmente voy a morir, ¿qué más me da decirte lo que pienso o no?

En aquello tenía razón, iba a morir igualmente. ¿Qué más le daba? Desde luego, tonto no era. Es más, me atrevería a decir que era un chico inteligente.

-Escúchame, yo estoy aquí para darte las razones por las que deberías morir, gilipollas.

Luke soltó una carcajada.

-Razones por las que debería morir ¿yo? Por favor, no me hagas reír -Exageró Luke-. Aquí quien debería morir eres tú, no yo.

Aquello comenzaba a llegar demasiado lejos. Me comenzaba a preguntar qué había venido yo a hablar con ese imbécil.

Tenía un discurso preparado en mi mente, que ahora por culpa de Luke se había desvanecido, en su totalidad. Sus preguntas y forma de hablar me sacaban de mis casillas, así que, quizá me olvidaba decirle todo lo que quería.

-Harry, por el amor de Dios, ¿has leído alguna vez tu historial? Eres el criminal más joven que ha cometido más de cien crímenes, eres lo que la policía llama un asesino en serie. El más buscado del país, o del mundo. Y un experto en robos.

-Me halagas -Sonreí, la verdad era que en un pasado estuve orgulloso de esas cifras en mi expediente, pero no ahora.

-¿De qué vienes hablar? -Exclamó Luke-. Se te acaba el tiempo, Styles.

-De tu mayor error.

-¿Cuál? ¿Secuestrar a Valerie?