Epílogo

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Un año después de la guerra.

Un barco sin banderas de reinos ni escudos surcaba océanos oscuros y gélidos hacia islas donde pareciera nunca haber habitado ni un solo ser humano o mágico.

Al frente de este estaba ese hombre de ojos verdes con una cicatriz en lo largo de la mejilla derecha que le dejó la espada del antiguo elemental. Miraba atento a la isla que por fin encontraba después de leer tantos mapas y tantas leyendas.

Bajó del barco cuando se emparejó a las orillas y sacando una lámpara de vela y aceite se encaminó al interior de los bosques.

"¿Has escuchado de la bruja de la muerte?" Recordó las palabras del hombre de las pesadillas y miedos "No la diosa, ella sólo se lleva a quien le llega su tiempo, pero a diferencia de ella, la bruja se lleva a quien quiere cuando le plazca".

Estuvo andando por mucho tiempo hasta encontrar una cueva donde sabía era en todas las leyendas donde podías encontrarla. Sin ningún miedo ni arrepentimiento cruzó la entrada para encaminarse a su interior.

Fue entonces que los susurros emergieron a su alrededor, sabía que por fin la encontraba y que no daría un paso atrás a su plan.

-No huelo ningún miedo -Susurró la voz de la mujer -No te percibo tenso y no veo ninguna señal insegura ¿Sabes qué haces en esta cueva o sólo vienes en busca de venganza? ¿Asesiné a algún ser querido?

Se burló la mujer en las sombras.

-No vengo a hacerte daño -Dijo el pelinaranja firme -He venido para sacarte de esta cueva.

-No puedo caer en tus trampas con una petición así -Susurró la mujer – Si conoces mi historia, debes saber que fui encerrada en esta isla por lo que soy y lo que hago ¿Para qué quisieras sacarme? ¿Qué beneficio quieres?

-Para ambos quiero el beneficio -El hombre habló -Más de quinientos años te encerraron aquí antiguos elementales y lograste asesinar a tres de ellos con sólo tocarlos.

-¿Y? -La mujer se burló – Los elementales no entienden que no pueden salvar a todos y sólo mienten diciendo que si a los inocentes, era lo menos que podía hacer por los humanos.

-¿Y qué si te digo que los elementales siguen naciendo? Una nueva generación está siendo guiada por una mujer, la quinto elemento.

-¿Una mujer? ¿Qué sucedió con el hombre del Norte?

-Se enamoró de una humana y su siguiente fue un joven quien usó la magia para mal y que fue asesinado por la quinto elemento, Elsa.

-Elsa -Repitió el nombre.

-Quiero eliminar a los elementales y por lo tanto que sustituyas el puesto de Elsa, que seas más que ella conmigo.

De las sombras emergió la figura de la bruja de cabellos ondulados negros y con un vestido color vino.

-¿Sabes quién soy?

Y al lado del pelinaranja apareció la figura del hombre de cabellos negros y ojos ámbar.

-Claro que lo sabemos querida.

-Cuanto de no verte Pitch.

-Ayudé a este muchacho, Hans -Pitch llevó una mano sobre el hombro de este – A encaminarse con nosotros, dime ¿Aceptarás? ¿Gothel?

La bruja Gothel sonrió satisfecha de su encuentro.

La naturaleza presentía este acto de crueldad hacia sus elementales y con un mismo plan decidió continuar con el tan soñado equilibrio de los elementales.

En esas tierras donde el frío era presente la mayor parte del año, hizo que los rayos de la Luna resplandecieran en ese lago congelado.

Ahí donde alguna vez estuvo su cuerpo, de la oscuridad fue apareciendo la figura del castaño dormido.

Su piel se tornó pálida y su cabello blanco, sus manos resplandecieron unos brillos azulados que fueron apagándose y con la misma angustia que la naturaleza lo devolvía a la vida....

Fue la misma angustia que lo hizo abrir sus ojos azulados en medio de la oscuridad.

Continuará.....

The Lost Queen.Where stories live. Discover now