Capítulo 11

865 134 67
                                    

La llevaba en brazos por el cielo donde las nubes los envolvían. La sentía muy pequeña en sus brazos y la miró con dolor debido a sus marcas quemadas.

Esta tenía las marcas de las cadenas ardientes en sus manos, parte de sus brazos, espalda y en su mejilla.

La salamandra de Bruni miraba angustiado a la platinada desde su hombro y el viento los acompañaba entre silbidos y hojas.

Había descendido en un río. Cuando tocó suelo, fue bajando a la mujer de poco en poco para asegurarse que podía pisar bien.

-Ven -La tomó de su muñeca con suavidad para sentarla a la orilla, quiso mirar su rostro, pero la mujer lo apartó – Déjame verte tu cara.

-¿Para qué? ¿Para que veas que esto es lo que me merezco por haber intentado haber hecho algo bien?

Jack suspiró haciendo una línea sus labios.

-Elsa, mírame -Le dijo con más firmeza.

La platinada se giró tragando un nudo mientras acumulaba lagrimas en sus ojos.

Jack fue acercando un mano a su rostro, pero Bruni encendió una parte de su lomo mientras miraba en advertencia al peliblanco.

-Cálmate, no le haré nada -Jack le dijo con un tono hartado.

Llevó su mano a tomar con suavidad el mentón de la platinada para levantar su mirada.

-¿Qué haces? – Elsa le miró con extrañeza.

-Sólo guarda silencio.

Jack fruncía su ceño mientras con su mano libre acarició suavemente las marcas de las cadenas. Aquello hizo chillar a la platinada debido al ardor que sintió.

Bruni siseó más alto encendiendo su fuego magenta, pero se tranquilizó cuando miró que estaba acariciando con escarcha de sus dedos a sus heridas.

Elsa liberó una lágrima de la que se avergonzó puesto que la miraba Jack.

-¿Por qué estás usando ese vestido? – Jack miró sus prendas y de nuevo a su rostro.

-Me lo había prestado la rei....Anna.

-¿Sabes quien es?

-Mi hermana.

-Exacto.

-¿Lo sabías?

-Ambas se parecen mucho y tú te pareces más a tu madre.

-¿Y por qué no me lo dijiste? -Elsa se apartó de sus manos.

-Quería que fueras tú quien lo descubrieras.

-¿Sabes que otra cosa descubrí? -Elsa se irguió – Que me inculparon de ser un demonio invernal que asesina en ciertas temporadas a los guardias de Arendelle, diciéndome que podía tomar la forma de un hombre con cayado.

Jack suspiró con su ceño fruncido mientras se ponía en pie y tomaba su cayado.

-Por tu culpa me querían matar.

-¡¿Mi culpa?! -Jack se giró – Conmigo o sin mi a ti te matarían por igual por el simple hecho de poseer magia.

-No puedes ir matando a todos quienes odies.

-No a quienes odio, asesino a quienes matan inocentes. Créeme que si matara a quienes odie ya te hubiera matado, Elsa.

La platinada miró dolida a Jack, este cerró sus ojos desesperado mientras se giraba conteniendo su respiración molesta.

-No estás lista para salir de Northuldra -Jack se llevó sus dedos al puente de su nariz.

Elsa tragó un nudo de su garganta conteniendo unas lágrimas.

The Lost Queen.Where stories live. Discover now