Azul Infinito ⇢【Ryo×Akira】

「XI」❥ Gran desastre

Así es gente, les dejé una canción al principio que no tiene nada que ver con el capítulo en sí, pero es lo que Akira va escuchando en el auto y me gusta mucho esta canción

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Dos semanas enteras pasaron sin que le llegaran noticias importantes, luego, justo cuando se estaba empezando a relajar, Nafiro los contactó para informarles sobre un ataque que se iba a realizar en cualquier momento.

Ryo volvió a estresarse, lo más difícil estaba a punto de comenzar.

Si tan solo pudiera contarle a Akira sobre lo que iba a pasar, todo sería un poco más fácil, pero estaba condenado a trabajar solo para que Akira no descubriera su identidad.

Repasó el plan en su mente. Zennon planeaba atacar a los humanos en cualquier momento, revelando así la existencia de los demonios y confirmando los rumores online. Cuando eso pasara, tendría que salir en televisión de nuevo a dar información extra y ganarse la confianza de la población para llevar a cabo el próximo paso. Debía decir la verdad sobre los devilman, explicar que era posible ganarle a los demonios y seguir siendo humanos, decir que cuando estallara una guerra, serán ellos quienes lucharían por la humanidad. Sonaba lo bastante fácil en papel, pero sabía que a pesar de lo que dijera, la gente del gobierno haría lo que más les convenga a ellos. Evitar una tercera guerra mundial era casi imposible, pero al menos podría evitar el apocalipsis.

Supo que todo estaba a punto de comenzar cuando se despertó con una horrible sensación en todo su cuerpo. Le picaba la piel de una manera que ya había experimentado antes, le solía pasar junto con el presentimiento de que Akira estaba en peligro.

Era un martes por la mañana, si no había faltado debía estar en la escuela. Se levantó de la cama tan rápidamente que casi bota a Tofu, quien estaba durmiendo con él. Se puso sus pantalones y el abrigo de siempre y prácticamente corrió hacia el ascensor.

Su instinto siempre tenía la razón, ya había comenzado.

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Akira despertó con el ruido de su alarma, eran las 6:30 y tenía que alistarse para ir a la escuela. Se estiró y bostezó con cuidado para no despertar a su mamá, a falta de más habitaciones, habían puesto un colchón en el piso para que Kaori durmiera tranquila. Su madre había decidido renunciar a su trabajo actual para volver a instalarse en Japón y así vivir con Akira, mientras buscaba un trabajo nuevo y un lugar donde vivir, la familia Makimura le había ofrecido quedarse con ellos por todo el tiempo que necesitara.

Lo único malo de todo esto, era que ahora tenía que compartir dos baños con seis personas. Se acostumbró a despertarse más temprano de lo normal para poder ducharse en la mañana sin llegar muy tarde a la escuela.

Luego de levantarse de la cama, agarró la ropa que había dejado preparada el día anterior y cuidadosamente pasó sobre el colchón de su madre para ir al baño. Caminó por el pasillo y justo cuando estaba a punto de abrir la puerta del baño, esta fue abierta por Miki, que recién había salido de la ducha, ya estaba con el uniforme puesto y llevaba una toalla envolviendo su cabello. Al ver a su hermano postizo, le sonrió.

—Buenos días —lo saludó mientras se sujetaba la toalla a la cabeza.

—Buenos días.

—Trata de ducharte rápido, Taro no se duchó cuando le dijeron y mi mamá está desesperada por meterlo al baño —Akira asintió con una sonrisa.

—Claro, no me demoraré mucho —Con esto último, Miki fue a su habitación y Akira entró al baño.

Cerró la puerta con seguro y luego se acercó al lavamanos para cepillarse los dientes. Se había dado cuenta cuando se fusionó con Amon, pero no pudo evitar mirarse los colmillos en el espejo, sus caninos ahora eran más grandes y afilados de lo normal. No le molestaba para nada, de hecho, pensaba que lo hacían ver más atractivo y, además, gracias a sus colmillos, había descubierto algo que le gustaba mucho.