Azul Infinito ⇢【Ryo×Akira】

「XX」❥ Azul infinito

Holaa!! Todo lo que tengo que decir estará en una nota de agradecimiento después del epílogo!!

Este parte viene con una canción que me gusta mucho, ya saben que yo recomiendo escucharla donde aparezca esto: 

[❗🎵❗]

La canción es Heaven — Mitski por si no les funciona el link uwu

Espero les guste el último capítulo!! <33

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Estaba contento de que todo estuviera volviendo a la normalidad, de verdad, pero a veces, solo a veces, le gustaría volver a experimentar un poco del caos que existía antes. Definitivamente había olvidado lo aburrido que era tener que trabajar, sus días se habían vuelto algo monótonos debido a la gran cantidad de papeleo del que estaba a cargo, obviamente él tenía la peor parte del trabajo, porque Akira vivía todos los beneficios y la emoción de ser uno de los grandes cuando se trataba de cazar demonios, lo que ahora era conocido como la "exterminación de formas de vida que atentan contra la humanidad", lo que no cambia más que el nombre de lo que ellos ya hacían antes y además, la legalidad.

Debido a su puesto de uno de los devilmen más fuertes que existen, Akira se volvió la parte central de todo el trabajo manual, es decir, la caza de demonios. Casi siempre que existía alguna emergencia dentro de la ciudad, Akira era el primero en salir y tener todo bajo control en un par de minutos. Para mala suerte suya, Ryo no tenía permitido acompañarlo bajo ninguna circunstancia, principalmente porque siempre estaba encargado de algún tipo de papeleo y no tenía el tiempo de ir de todas maneras, pero bajo órdenes oficiales, Ryo no podía salir a terreno porque su posición dentro de los Devilman corps era demasiado importante como para correr el riesgo de que ocurriera algún accidente, cosa que obviamente no iba a pasar, pero que de todas formas tuvo que aceptar.

No odiaba su trabajo, claro que no, pero había veces en las que realmente añoraba los días dónde podía salir de noche con Akira, verlo asesinar un par de demonios, limpiarle la sangre con toallitas húmedas y todo eso. La vida ahora había vuelto a la normalidad casi por completo, pero dios, que aburrida era la normalidad para Ryo.

En sus tiempos libres, disfrutaba recorrer las instalaciones y observar al resto de los devilmen entrenando o haciendo cualquier otra cosa, aunque siempre se daba el tiempo de estar con Akira aunque fuera por un corto tiempo, a pesar de que fuera del trabajo pasaban casi todo el día juntos. Hablando de su relación en el trabajo, ambos decidieron bajar un poco el perfil, más que todo por temas profesionales y todo eso, aunque se veían tan seguido que su noviazgo era básicamente un secreto a voces, a ninguno de los dos le molestaba en realidad, nunca se escuchó algún comentario desagradable sobre su relación ni nada parecido, sin contar las bromas de Rodgers.

Ryo se estiró sobre su silla y levantó ambos brazos para liberar algo de tensión, miró la hora en el reloj colgado en su oficina, había calculado bien el tiempo, iba a terminar justo a tiempo. Ambas manos volvieron al teclado para poder terminar de escribir el último documento.

Dos golpecitos a la puerta lo hicieron suspirar.

—Pasa —levantó la voz y la puerta de su oficina se abrió para dar paso a su secretaria, quien traía una pila de papeles entre sus manos.

—Disculpe—

—No, no lo voy a hacer —la chica, quien todavía se veía intimidada por su jefe, se quedó estática por unos segundos.

—Aún no he dicho nada...

—No te lo tomes a mal, sé que es tu trabajo, pero siempre que vienes por esa puerta es para hacerme firmar algo —la chica suspiró despacio.