Azul Infinito ⇢【Ryo×Akira】

「IX」❥ Traición

Sirene lo había reconocido, era la única explicación que tenía para su comportamiento. Al principio solo le había subido el ego, feliz de que su presencia fuera tan imponente como para que un demonio de su rango lo reconociera en forma humana, pero luego se dio cuenta, un demonio de alto rango lo había reconocido, eso era bastante malo. Eso significaba que, si en algún momento se encontró por la calle con algún demonio y este lo reconoció, ya se lo debía haber dicho a los hombres de Zennon. Estuvo toda una semana pensando sobre esto, pensando en que tenía que actuar pronto.

Pero primero venía Akira, por supuesto.

Hoy era el día de su carrera de relevos contra el llamado súper estudiante, al principio iba con la intención de solo competir por diversión, pero Ryo le había encargado una misión especial, hablar con Koda, ayudarlo y ganarse su confianza. Obviamente Akira estaba feliz de ayudar, sabía que no se iba a negar.

Las preparaciones para todo comenzaron a medio día, la familia de Miki había decidido quedarse a ver todo por televisión, pero la mamá de Akira insistió tanto en ir que al final Ryo se ofreció a comprarle una entrada, el único que al parecer tenía un problema con esto era Akira, quién reaccionó más nervioso que de costumbre.

—Ryo, no le digas nada raro a mi mamá —le dijo una vez que pasaron el día juntos.

—Lo sé.

—Y tampoco le digas nada sobre... Ya sabes... Nosotros —Ryo lo miró un poco confundido.

—¿Acaso te avergüenzo?

—¡Claro que no! Es solo que aún no le he hablado de... —no se aguantó una sonrisa burlesca.

—¿Aún no sales del closet? —sabía que no era nada malo, pero Akira no pudo evitar sentir algo de vergüenza.

—Es difícil, ¿Sí? En especial en mi situación dónde no tengo idea de cómo podría reaccionar. Si le digo que soy bisexual quizás me apoye o comience a decirme que estoy confundido o que simplemente me decida entre los dos —Ryo lo miró con atención.

—¿Tu mamá es religiosa?

—Sí.

—¿Y cree eso de que la homosexualidad es pecado?

—Eso es exactamente lo que no sé.

—Bueno, al menos yo puedo asegurarte de que no lo es —Akira lo miró con curiosidad, para ser un hombre que no creía en nada, Ryo hablaba bastante sobre la religión—. Los humanos inventan muchas cosas, ¿Sabes eso de que Dios los creó a su imagen y semejanza? ¿Entonces por qué crees que te puso el punto g en el culo? ¿Solo por joder? —Akira soltó una carcajada.

—Por favor no le digas eso a mi mamá.

—Solo si es necesario.

—¡Ryo!

Su vínculo se había estrechado bastante la última semana, a Ryo le encantaba pasar el tiempo con Akira y él amaba ver a Ryo sonreír más seguido, las cosas iban bien para los dos.

Los primeros en llegar fueron Akira, Ryo y Miki, los participantes debían inscribirse, cambiarse y calentar, Ryo había llegado con ellos solo para estar con Akira, su mamá llegaría más tarde, antes de que comenzara su carrera.

Se tuvieron que separar al entrar, lo único que podía hacer mientras esperaba a que llegara la mamá de Akira era ver las demás competencias que se hacían ese día, se le hizo bastante aburrido, recordaba todos los resultados de la última vez que estuvo aquí, esa vez que vino con una intención muy diferente a la que tenía ahora.

Mientras observaba una de las carreras, se dio cuenta de algo. El resultado fue diferente a lo que recordaba, pero eso no era lo único que le preocupó, volvió a tener un déjà vu. No tenía sentido, recordaba que el resultado era diferente, pero al mismo tiempo, vio una imagen en su cabeza que era exactamente igual a lo que estaba viendo en la pista. Sus propios recuerdos se estaban contradiciendo.