XXVI

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Narra Dylan:

Mi mirada está perdida en un punto cualquiera de la nada. A esta altura hasta pensar agota mis energías. Estoy cansado, llevo despierto dos días enteros, casi tres.

Suspiro por enésima vez y procedo a darle un sorbo a mi café ya templado. Vuelvo a dejar la taza sobre la mesa y la contemplo por unos segundos. Es mi tercera taza de café en el día. Esto me ayuda a mantenerme despierto, aunque tampoco podría pegar un ojo si lo intentara. Caitlin no está a mi lado, eso me desespera y me enfurece, porque me la arrebataron de mi lado sin que pudiera hacer nada para evitarlo.

Lo vi. Sí, vi al malnacido de Argus y al otro hijo de puta de Aristeo. Que ganas tengo de arrancarle la cabeza a aquel último. Yo no me equivocaba acerca de él. Sabía que algo raro lo acechaba, incluso sin que él mismo se diera cuenta de eso. Ni siquiera me sorprendí al ver su asqueroso careto aparecer de la nada en mi mente. Y ese uniforme Raezer... Ugh, le sentaba espantoso. Pero cuando vi a ese ser repugnante forzar a mi novia a besarle... enloquecí. ¿Cómo se atrevió a tocar sus preciosos y perfectos labios? Él no se merece ni mirarla, no debería ni de respirar el mismo aire que ella. Si llego a cruzarme a ese infeliz algún día, le arrancaré el hocico de un zarpazo.

Dejando de lado mi ira, no entiendo cómo es que pude ver esa escena en mi cabeza. Se supone que para que podamos vernos en la distancia uno de nosotros debe estar en peligro de muerte, pero ella no lo estaba en ese momento. O eso creo...

La sangre vuelve a hervir en mis venas al recordar la otra escena que pude visualizar. El desgraciado de Argus la atacó con su poder, ¡con su maldito poder! Pudo haberle hecho mucho daño, ella aún es humana. ¡¿Qué demonios le sucede a ese demente?! Y lo peor de todo es que hace unos minutos volvió a ocurrir lo mismo. Caitlin fue atacada con el poder de otro Raezer, pero esta vez no pude ver quien fue. Donde haya sido de nuevo ese malnacido...

¡Carajo! ¡Esto me tiene harto!

Kyle levanta la cabeza al escuchar mi resoplido. Yo me sitúo en la cabecera de la mesa, mientras que él está sentado frente a mí. Luce como la mierda, un perfecto reflejo de mi estado. Ambos estamos devastados, aunque él está como loco; la culpa no le permite ni respirar, se está ahogando a cada hora que pasa. No solo le arrebataron a su novia en un día, también se le llevaron a su hijo.

Todavía no puedo creer que vaya a ser padre, fue una sorpresa enorme enterarnos de ese tema. Sé que él lo hará bien, está listo para avanzar en esta nueva etapa. Pero ahora solo veo en sus ojos dolor, ira y sed de venganza. Sí, Kyle hará correr sangre donde se llegue a cruzar con los Raezers que se llevaron a su familia.

Estos dos días nos hemos dedicado a buscar hasta por debajo de las rocas a las chicas. Sabemos que Argus se cree un rey, por eso recorrimos cada extremo del planeta; ocupamos horas revisando decenas y decenas de castillos donde creíamos que podrían estar, pero no tuvimos suerte. Nos encontramos con algún que otro Raezer en el camino y eso nos vino como anillo al dedo para desquitar nuestra ira. Aunque Kyle se encargó de torturar a algunos para sonsacarles información que tampoco obtuvimos.

Sin quitarme la mirada de encima, Kyle le da un sorbo a su cuarta taza de café. Desde que nos conocemos siempre ha sido así, no necesitamos hablar para decir lo que sentimos. Sus ojos cristalizados me dejan ver su calvario interno, ya no lo soporta.

Una repentina sensación de temor vuelve surgir en mi interior. Mis emociones están ligadas a las de Caitlin, y estos dos días he estado sintiendo lo mismo que ella. Me paralizo cada vez que mi cuerpo se ve invadido por un miedo aterrador, o por esa preocupación que me pone nervioso de sobremanera. Caitlin siente miedo, dolor, ansiedad... Me mata no poder hacer nada por ella, pero a la vez me enfurece, me pone realmente malo cada vez que pienso en el infierno que le deben estar haciendo vivir.

CAITLIN | LIBRO II ~ Amor ParaleloWhere stories live. Discover now