57. Propuestas dudosas

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Jungkook no ha tocado el tema, no hace falta en realidad. También lo molestó el asunto y que se sigan queriendo inmiscuir de esa forma en sus vidas privadas. Con dos herederos es el mínimo necesitado para no estar alterados. Están Soonyoung y Wooyoung, lo demás puede tardar. Sopla, generando una burbuja de pura suerte.

Tal vez deba dar un comunicado a su cámara de nobles para que dejen de meterse donde no le importa... O tener una cámara de nobles nueva, una que sepa no meterse en donde no le importa.

Sería un detalle hermoso.

~ * * * ~

—Este es un cuarto de juegos. Aquí nadie tiene permitido el acceso aparte de mí, Sana, Mina y usted ya que sus hijos se encuentran aquí metidos. Estarán bien.

Tras los saludos y demás formalidades Momo los guió a una habitación gigante con techo de cristal. Una especie de pequeño jardín infantil donde se encuentra su hija. Ahora también Wooyoung y Soonyoung. Los tres jugando e ignorando por completo todo lo demás. Jimin no pudo evitar la risa por Wooyoung quedando de cabeza en imitación a un pez que hay en el lugar.

—Espero que nos llamara por algo más que darle compañeros de juego a su hija. —bromea Jungkook. Momo cierra la puerta e inicia la caminata a un lado totalmente opuesto del palacio. Uno que no habían visitado la vez anterior. La emperatriz niega con la cabeza.

—me gustaría que fuera el caso—admite penosa—. Ayer llegó esto a nuestras fronteras, contrario a lo usual, pudo pasar a pesar de morir en el intento.

Tanto Jungkook, Yoongi y Jimin se muestran sorprendidos por lo que está puesto en una capsula por mera precaución, custodiado por incontables guardias: Una criatura del abismo, al menos el cadáver a medio destrozar. Jungkook se lleva una mano a la barbilla.

—Sí pudieron llegar aquí. Pensé que serían incapaces. —murmura Jungkook.

—Lo hicieron y temo que vengan más—acota Momo con las manos juntas, dentro de las enorme y gruesas mangas del kimono que lleva puesto. Ladea la cabeza, con las enormes horquillas que sostienen su largo cabello flotando grácilmente—. Como saben, comprendo esta guerra, también la apoyo como puedo y en discreción, pero no me agrada el verme inmiscuida en ella.

—Lo entendemos. —suspira Jimin.

—Debido a tantas manipulaciones corporales, están cambiando su química natural. Están siendo resistentes a cosas que no lo eran antes. Tal vez Leedo no fue el técnico tras las armas—Yoongi se cruza de brazos, con mala cara y el cabello cubriendo parcialmente su rostro—, pero si es quien se encarga de las modificaciones genéticas, biológicas y trazar los planes.

—No muy brillantes. —agrega Jungkook.

¿Qué sentido tiene meterse con Yonaguni? Puede entender Garai Anuket, a final de cuentas, es un aliado más cerrado a la Atlántida y que se inmiscuye sí o sí. Yonaguni no pinta nada en ese panorama. Es quitarse un posible aliado o apoyo.

—Tal vez tiene otra cosa en mente que no estamos pensando. —opina Yoongi.

—Somos un pueblo cerrado—musita Momo hacia ellos—. También fieles creyentes de que al menos debe darse una oportunidad a las resoluciones pacíficas. A pesar de la sed de venganza, siendo una justificada, no puedo pedir a mis soldados que ayuden a una causa donde no se ha intentado todo. —explica Momo y Jungkook arruga un poco la cara.

De que puede, podría. Hasta donde ha podido notar, los nobles eran los que tenían un problema con ella, no así los soldados y la gente de a pie. Es decir, si ella diera la orden de pelear, lo más seguro es que apoyarían hasta la muerte sin dudar ni un instante. Por lo que puede interpretar que esto es nada más un condicionamiento a lo obvio.

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinWhere stories live. Discover now