~°XIV°~

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Dedicado a _SrtaBlack

☂️

–¿segura de que puedes sola?–

–Sí, mamá.–

La mujer de largo cabello rojizo me alcanzó unos billetes.

–¿puedo ir contigo?–

La pequeña Rachel me miró suplicante, a lo que asentí.

–Tengan cuidado. Miren a ambos lados de la calle, no se separen ni-

–Hablen con extraños. Lo sabemos, mamá.–me revolvió el cabello con cariño antes de salir de la casa.

–Bueno, pequeña... salsa y verduras. La misión de hoy no será complicada.–

–¿podemos comprar helado cuando volvamos?–

–Si te portas bien, será uno de tres sabores.–

–Gracias, ____. Eres la mejor hermana.–sonreí.

Desde que aterricé en el frío callejón de la ciudad y la familia Morrison me acogió, todo cambió para mí.
Por primera vez tenía un padre y una madre que se preocupaban por mi, tenía una casa acogedora... hasta tenía un perro.
A grandes rasgos, tenía una familia, esa que nunca tuve.
Pero a pesar de que amaba a esas tres personas más que a nada en el mundo, sentía que algo me faltaba... o mejor dicho alguien.

°•°

–Chocolate, vainilla y fresa.–le alcancé el helado a la pequeña–. Ten, te lo mereces.–

Nos sentamos en la banca de un parque, mirando como un grupo de chicos patinaba a unos metros.

–¿ahora eres niñera? Creo recordar que me dijiste que era el único niño que querías cerca.–

Cuando aquel chico de aire elegante se paró frente a mi, el helado que traía en mano terminó en el suelo.

–Cinco...–

–Hola, Ocho ¿cómo-

Lo abracé con fuerzas, aún sin terminar de creer que realmente estaba ahí.

–Eres tú...–apreté sus mejillas, examinando cada uno de sus rasgos–. De verdad eres tú.–

–Claro que soy yo... lamento haber tardado tanto en encontrarte.–

–¿quién es él, hermana?–

Por ese breve minuto había olvidado la presencia de Rachel, quien nos miraba confundida.

–Él es un viejo amigo.–

–Dices "viejo" como si fueras un adulto... no eres un adulto.–Cinco rió ante la ocurrencia de la pequeña.

–Tiene razón en eso ¿qué le pasó a tu cuerpo?–

–Pues no lo sé, esperaba que tú me dijeras porqué soy una maldita puberta de nuevo.–

–Sí, bueno... ni idea.–suspiré.

–Como sea, estoy bien así.–

–Bueno, Ocho... perdón, ____. Veo que ahora tienes nombre...–sonreí–. Devuelve a la niña, necesito que vengas conmigo.–

–¿qué? No.–

Me aparté unos pasos, ganándome una mirada desconcertada de Cinco.

–Debemos encontrar a los demás, Ocho.–

–¿te vas a ir?–Rachel tomó mi mano asustada.

–No me iré a ningún lado, enana.–me agaché a su altura–. Termina tu helado y volveremos a casa ¿sí?–

Volví mi atención a Cinco, quien parecía más que ofendido por mi decisión.

–Este no es tu tiempo, debemos volver a casa.–

–¿casa? ¿Llamas a esa mierda casa?–frunci el ceño–. ¿Con el padre ausente y la madre robot?–

–Creí que querías a mamá.–

–Adoro a mamá... pero eso no quita el hecho de que era solo circuitos y cables.–me odié por decir aquello–. Ahora tengo una familia, Cinco... y no voy a dejarla.–

–¿no piensas venir conmigo?–

–Si hubieses aparecido hace 4 años, cuando estaba sola y asustada... si lo habría hecho... pero ahora no.–

–¿... 4 años?–

–¿están peleando?–Rachel nos miró preocupada.

–No/Sí.–Respondimos Cinco y yo al mismo tiempo.

–Solo hablamos.–le sonreí.

–Hablamos enojados, así que podría considerarse pelea ¿no crees?–miré molesta al chico–. Ya ya, no te enojes más.–

–Cuando mis papás pelean, muerdo sus mejillas, así se olvidan de la pelea y se ponen felices... ¿ustedes muerden sus mejillas?–enarqué una ceja.

–¿crees que funcione, niña?–

–Llegas a morderme y electrocutaré tu trasero, Cinco...–respondí entre dientes antes de alzar a la pequeña en brazos.

–Bueno... nada de mordidas.–Cinco juntó sus manos–. Como sea, debes venir conmigo.–

–No voy a volver a casa.–

–Pues vuelve conmigo entonces... te necesito.–

Por primera vez desde que empezamos a hablar, lo escuché desesperado.

–Viajas en el tiempo, tienes mil años y eres más inteligente que cualquiera que conozco... tu no me necesitas.–

–Te necesito más de lo que crees... –

–Yo... iré a los juegos.–

Rachel se escapó de mis brazos, dirigiéndose al área de niños del parque.

–¿cómo podrías necesitarme? Aún no controlo mis poderes del todo... Nunca estuve a tu altura, ni siquiera a la de Klaus... y eso es bajo.–

–A mi no me importa si puedes controlar o no tus poderes, ____... yo solo quiero tenerte cerca.–se lo veía un poco nervioso–. Estuve 45 años lejos de ti y no pienso pasar un día más sin poder verte.–

–Cinco...–

–Si de verdad me esforcé por volver... fue por ti, porque eres lo que más quiero... ¿ok?–sonreí.

–Ok...–

Lo abracé con fuerzas y, cuando lo noté más distraído, mordi suavemente su mejilla.

–La niña tiene razón... es efectivo.–reí por lo bajo–. Ahora, Ocho... veamos cómo solucionar todo.–

–

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~° One Shots The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora