~°VII°~

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Dedicado a azoriiaylen

☂️

—Abuela ¿qué tal quedó?—le mostré orgullosa a la mujer mi rosquilla cubierta de glaseado naranja con pequeñas estrellas rojas de caramelo como adorno.

—Esta hermosa, pequeña. Pero llevas media hora con una sola, yo ya hice 50. Debes agilizar la cosa ¿sí?—

—... igual quedó hermosa.—

La campanilla sobre la puerta del local sonó, indicando que un cliente había llegado.

—¿puedes atenderlo tú? Debo terminar con las rosquillas que ALGUIEN no decoró.—

Le sonreí antes de salir de la cocina.
Un hombre mayor y un niño se encontraban sentados en la barra, me acerqué con una amplia sonrisa a ambos.

—Buenas noches, caballeros ¿ya saben qué van a pedir?—

El chico levantó la mirada hacia mí, sorprendiéndose un poco.

—¿no eres muy joven para trabajar aquí?—cuestionó el hombre, a lo que el niño asintió dándole la razón.

—Estoy con mi abuela, solo hago tiempo aquí antes de ir casa. No trabajo realmente en la cafetería.—

—Ya veo... en ese caso quiero una rosquilla y un café.—asentí.

—¿y tú, amigo? ¿quieres un chocolate caliente?—miré al chico, quien me sonrió.

—En realidad un café, gracias.—

No esperaba que pidiera un café, pero se lo serví sin preguntar. Al hombre decidí darle mi majestuosa obra de arte.

—Bonita rosquilla.—soltó el adulto mientras le daba una mordida—. ¿Es de esos dibujos animados de hoy en día?—sonreí.

—Algo así.—

—Dragon Ball ¿verdad?—el chico le echó un poco de azúcar a su café—. Solía verlo cuando era pequeño.—

—¿"cuando"?—reí por lo bajo—. ¿A qué te refieres con "cuándo? ¿a ayer cuando tomabas tu chocolatada y mirabas Dragon Ball en la tele?—

—Tengo al menos 30 años más que tú, niña.—

Lo miré confundida.

—Ok...—

—____.—mi abuela llamó mi atención—. ya es algo tarde, ve a casa. Yo iré en un rato ¿si?—asentí.

—Bueno, fue un placer conocerte, señor adulto.—le dediqué una última sonrisa al chico, quien me respondió con una sarcástica sonrisa haciéndome reír.

•○•

Que extraño sujeto... bueno, igual era lindo.

Sonreí tontamente ante aquel pensamiento.
Estaba por abrir las rejas de la casa cuando una gran cantidad de patrullas pasaron a gran velocidad. Sin saber muy bien el porqué, volví a toda velocidad a la cafetería. Un mal presentimiento me hacía pensar en lo peor y al ver el local totalmente destruido mi corazón se detuvo.

—Ella está bien, no te preocupes.—el misterioso chico se paró a mi lado.

—¿qué... qué pasó?—

—Unos lunáticos llegaron y comenzaron a dispararse, parecían ebrios.—

—Mi abuela...—

—La están interrogando, tranquila.—aquello me hizo respirar aliviada.

—¿qué hay de ti?—el chico me miró sin entender—. ¿Estás herido?—me sonrió.

—Para nada.—

—¿y tu papá?—por alguna razón rió por lo bajo.

—Esta bien, todos estamos bien... excepto esos idiotas de ahí.—

—Me alegra saber que no hay heridos.—suspiré—. Y pensar que si me hubiese quedado un poco más yo estaría ahí dentro con mi abuela. O peor... podrían haberme matado.—

—¿matarte? Eso no lo hubiese permitido.—el chico comenzó a alejarse—. Por cierto, excelente café. Si la cafetería se repone de esto, volveré a visitarte ¡digo a la cafetería, no a ti en especial!—sonreí.

—Me encantaría volver a verte por aquí, señor adulto.—

El chico me dedicó una última sonrisa antes de desaparecer entre la multitud.

Diablos... ni siquiera le pregunté el nombre.

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~° One Shots The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora