~° One Shots The Umbrella Academy

~°I°~

Dedicado a Dreams77

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Chocolates, refrescos, una manta... creo que no me falta nada más.

Metí todo en mi mochila y salí por la ventana de mi cuarto, subiendo por la escalera de incendios hasta el techo de la mansión.

—Te haces invisible ¿no crees que sería más seguro si simplemente caminabas por las escaleras internas?—

Me di la vuelta, encontrándome con Luther.

—Es más divertido subir por fuera.—

—Es más peligroso.—sonreí mientras extendía la manta sobre el suelo.

—¿y tú cómo llegaste aquí?—

—Por las escaleras internas obviamente.—

—Que aburrido...—

Luther se acercó y se sentó en la manta junto a mí, le tendí la lata de refresco y una tableta de chocolate.

—¿de dónde sacaste todo esto?—

—Tú lo dijiste, soy invisible. Ayer fui a la tienda de la oootra manzana.—Luther me miró confundido—. Antes de que digas algo, sí... los pagué.—sonrió—. Sé que te gustan y que papá no nos permite comerlos, así que quise hacerte un regalo.—

—B-bueno... yo también tengo un regalo para ti.—

Luther me dio una pulsera plateada con dos dijes, un pequeño paraguas y un corazón con nuestras iniciales.

—Gracias, Luther. Es... precioso.—lo abracé.

Tras terminar el chocolate y las gaseosas, convencí a Luther de dar un paseo nocturno.

—Pero bajaremos por la escalera de la casa, no por la de incendios.—

—Esta bien, señor aburrido...—rodé los ojos divertida—. Vamos.—

Ambos bajamos sigilosamente por las escaleras, llegando al pasillo principal del segundo piso. Ya casi al final de los cuartos, Klaus apareció con múltiples sándwiches en sus manos. Antes de que pudiese vernos, tomé la mano de Luther y nos volví invisibles hasta que el chico entró en su cuarto.

—Eso estuvo cerca.—soltó Luther algo agitado.

—Es Klaus, no creo que nos vaya a delatar de todas formas.—

Cuando salimos de la casa, recién nos dimos cuenta de que seguíamos tomados de la mano.

—L-lo siento.—Luther intentó soltarme, pero sostuve su mano con firmeza.

—Esta bien, no me molesta en lo absoluto.—

Me aferré a su brazo mientras comenzábamos a caminar.

•○•

—¿lo dices en serio? ¿una pastelería?—

—¡claro!—reí—. Cuando sea mayor, quiero abrir mi propia pastelería, vender los más deliciosos postres y simplemente vivir de eso. No pienso ser una... heroína para siempre.—lo miré—. ¿tú sí?—

—Pues... no lo sé. Nunca había pensado en eso. Supongo que estaré algo triste cuando tú te vayas.—

—Entonces ven conmigo, estoy segura de que tu súper fuerza será útil en la cocina
Ya sabes, para cargar las bolsas de harina y esas cosas.—ambos reímos—. Quiero que siempre estemos juntos, Luther.—

—Yo también, ____.—

Algo inseguros, ambos fuimos avanzando hasta darnos un torpe beso debido a nuestra inexperiencia, pero aún así fue muy lindo.

—¿te parece si volvemos? Pronto amanecerá.—solté al separarme un poco.

—Sí... claro.—reí al ver lo rojo que estaba su rostro.

Besé fugazmente su mejilla antes de tomarlo del brazo y retomar el camino de vuelta a casa.