polaris [h.s]

2

Polly saltó en la espalda de su mejor amigo cuando lo encontró fuera del restaurante chino fumando un cigarrillo y esperando por ella. Louis se asustó un poco y casi ambos se caen al suelo por la acción abrupta de su mejor amiga, la chica de cabellos teñidos era solo unos centímetros más alta que el oji azul, igual no se notaba mucho la diferencia.

"Hola, idiota, te extrañé." Polly sonrió y besó su mejilla áspera por la barba.

"Nos vimos ayer." Louis se rió y terminó su cigarro para luego lanzarlo a un cesto de basura cerca, acomodando su sudadera negra.

"Igual, eres extrañable amigo mío."

"¿Esa palabra existe?" Frunció el ceño. Polly se encogió de hombros, ambos adentrándose al local de comida asiática y buscando unos asientos libres de dos.

"Muero de hambre, solo tengo en mi estómago un café, fruta y medio blunt." Los dos mejores amigos se sentaron y no esperaron por la carta, ya ambos sabían que pedir.

"Yo un tazón de cereal y un cigarro. ¿Bebiste mucho anoche, verdad? Cuando te fuiste con Dylan estabas en Neptuno." Louis negó soltando una risita.

"Sí, perdí la cuenta de cuántas copas bebí, pero sorprendentemente no tengo resaca." Polly se encogió de hombros sintiéndose más que bien.

"Es porque bebiste mojitos y eso no te afecta tanto como el vodka o el ron. Yo me encargué de que solos tomaras cócteles." Lou guiñó un ojo y su amiga sonrió enternecida.

"Gracias Lou, eres el mejor, por eso te dejaré mi collar de diamantes cuando me muera para que lo vendas." Bromeó Polaris, ganándose una carcajada de parte de Louis. Cuando el mesero llegó ambos jóvenes pidieron sus órdenes y luego se sumergieron en una conversación de cosas triviales.

"Las mejores putas costillas de todo New York." Halagó el castaño dándole un mordisco a su platillo cuando había llegado a su mesa unos minutos después.

"Lo son, este lugar es el mejor descubrimiento que hice cuando vivía aquí en Brooklyn." Asintió Polly bebiendo de su té helado de durazno "¡Por cierto! Tengo nuevo vecino."

"¿Ah, sí? ¿Otro soltero cuarentón con barriga de cervecero?" Polly rodó los ojos y negó riendo.

"No, un chico como de nuestra edad y una niña pequeña."

"¿Su hija?"

"No lo sé, eso creo. Pero se parecía mucho a él, era adorable."

"¿Ya le pegaste el ojo a tu nuevo vecino?" Louis alzó una ceja, sabiendo lo coqueta que era su mejor amiga pero para nada lanzada, no todos lograban tener algo con Polly.

"¡No!" Frunció las cejas y negó "Es demasiado guapo pero apenas lo ví esta mañana. Aunque su seriedad me intimidó un poco, y sabes que a mí nadie me intimida."

"Deberías llevarle un pastel de bienvenida o algo así." Louis movió las manos como si fuese una buena idea.

"¿Eh? No estamos en una película, Tommo."

"Solo digo, mi mamá lo hacía con los vecinos cuando era pequeño."

"Hablando de pequeño, este chico nuevo es de los tuyos."

"¿De los míos? ¿Guapo, ardiente y buena onda?" Sonrió egocentricó, achicando sus brillantes ojos azules. Polly puso los ojos en blanco y resopló por la nariz.

"De acuerdo, Johnny Bravo," Louis rió divertido ante su comparación "Es británico, a eso me refiero con que es de los tuyos."

"Genial, los ingleses somos los mejores porque nuestro país es el mejor."