1

1.5K 97 253
                                    

Observando los pequeños planetas y estrellas que tenía colgando en el techo de su habitación, Polly sintió un brazo pesado y lleno de tatuajes abrazar su torso, seguido de un ronroneo satisfactorio en su cuello

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Observando los pequeños planetas y estrellas que tenía colgando en el techo de su habitación, Polly sintió un brazo pesado y lleno de tatuajes abrazar su torso, seguido de un ronroneo satisfactorio en su cuello. Hizo una mueca y giró a mirar al hombre moreno que había conocido hace unos pocos días mediante su mejor amigo, dormido y aún con aliento a vodka. La chica lo apartó despectivamente y salió de entre las cobijas con su cuerpo desnudo, buscando una playera y ropa interior en su armario.

Nunca dejaba que ningún sexo casual durmiese junto a ella después del acto y menos abrazarla, para Polly era más íntimo aquello que follar. Pero la noche anterior había estado muy cansada como para decirle al tipo que durmiese en el sofá o si quiera echarlo de su departamento.

"Oye, tú." Polly lo movió con el dedo. El hombre no se inmutó, en cambio abrazó más fuerte la almohada. ¿Cómo era que se llamaba aquél moreno? ¿Derek? Lo había olvidado "¡Eh! Despierta." Gritó un poco más fuerte, logrando está vez que el chico se despertara.

"¿Por qué gritas, preciosa? Regresa a dormir conmigo." Abrió los ojos revelando unas orbes marrones cansadas. Polly hizo una mueca y le arrebató las cobijas de encima, dejando a la vista sus nalgas redondas y espalda trabajada. El tipo tenía buen cuerpo, debía admitirlo.

"Es hora de que te vayas, Derek."

"Me llamo Dylan." El moreno frunció el ceño y se sentó en la cama, restregando sus ojos y buscando en el suelo su ropa.

"Como sea, debes irte."

"¿Por qué? Pensé que podríamos desayunar juntos. Sé hacer unos crepes muy buenos."

Polaris rodó los ojos y se dirigió al baño para lavarse el rostro y cepillar sus dientes. Por eso no dejaba que ninguno se quedara, habían unos cuantos muy intensos, y no quería ser la hija de puta que los echaba a patadas luego de utilizarlos para follar porque ella misma había pasado por eso. La diferencia aquí es que antes nunca se lo habían dejado claro a la chica y si la habían usado (a su ingenua del pasado que ya no existía, cabe recalcar), en cambio Polly lo dejaba saber antes de cruzar la puerta de su habitación. "Solo es sexo por una noche, no busco nada más ni una segunda cita."

"No gracias, me gusta comer sola."

El moreno cuando estuvo vestido con su ropa arrugada y con olor a cigarro de anoche, se paró en medio de la habitación mirando a Polly en el baño.

"¿Nos veremos de nuevo?" Preguntó inseguro, realmente aquella mujer le había dado uno de los mejores sexos casuales de su vida y quería volver a repetirlo.

Polly lo miró através del espejo y soltó una risa divertida. Pobre tonto. Aclarando nuevamente, ella no era una mala chica, simplemente no estaba interesada y menos repetía volver a ver a la misma persona.

"No, cariño, no lo haremos." Sonrió con disculpa fingida, saliendo del baño recogiendo su cabello plateado y azul teñido en una coleta alta. El moreno frunció las cejas y estaba por decir algo más pero Polaris se le adelantó "La puerta de la entrada está abierta por dentro, cuídate, Derek, la pasé muy bien."

polaris [h.s]Where stories live. Discover now