polaris [h.s]

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En el camino a la clínica Polly pudo conocer un poco más a Anne, enterándose que la mamá del rizado había llegado ayer por la noche. El día que a Maddie la llevaron de emergencia a la clínica, Harry llamó a su madre para contarle la situación y ella decidió comprar un boleto de avión para esa misma noche. Anne quería estar para la operación de la pequeña y para poder ayudar a su hijo, ella sabía lo complicado de estar críando a su hermana menor él solo y como se encontraba de vacaciones en el trabajo, no dudó en venir a Nueva York y pasar unos cuántos días en la ciudad.

Al parecer Maddison no sabía que irían a la clínica y cuando ellos llegaron al lugar encontrándose con el doctor, la niña comenzó a llorar y eso rompió el corazón de todos. Harry les dijo a Polly y a su mamá que se acomodaran en la sala de espera que él iría a llenar el papeleo y acompañar a Maddie hasta que entrara en quirófano. Harry le entregó a su mamá unos bolsos con ropa de Maddie y él para pasar la noche ya que claramente se quedaría con su hermanita.

Anne y ella estaban en la zona infantil de la clínica y Polaris no podía evitar sentirse triste al ver todos los niños enfermos que pasaban de aquí para allá, unos un poco más saludables que otros pero aún así le dolía observar y saber todo lo que tenían que pasar esos niños tan pequeños y sus padres.

No era muy fan de los hospitales y menos la zona de hospitalización y emergencia solo por el hecho del ambiente tenso y triste que había. Y lo irónico de todo es que su mamá era médico, especializada en cirugía ortopédica. Aún así admiraba mucho la profesión y sobre todo a su mamá, una increíble doctora dedicada a ayudar a sus pacientes, Bonnie era su modelo a seguir.

Pero tenía recuerdos muy dolorosos de estos lugares debido a Kai y Elowen.

Por suerte Anne la estaba distrayendo de los llantos de algunos niños en la sala, era una mujer muy simpática, sencilla, divertida, amorosa y mente abierta. Ahora que conocía en persona a la mamá de su vecino podía confirmar mucho más que Harry era muy en parte de la manera que era por todos los valores que Anne le inculcó. Y esa sonrisa hermosa de ambos, los Styles Cox tenían unos genes perfectos. La mamá del rizado le comentó que trabajaba con bienes raíces, se había casado por segunda vez con un gran hombre llamado Robin que Harry quería mucho y que tenía un montón de gatos en su hogar de Londres. Polly también le habló un poco sobre ella y luego Anne terminó contándole unas interesantes y chistosas anécdotas de Harry cuando era un bebé.

El protagonista de la conversación apareció minutos después sentándose a un lado de Polaris, dejándola a ella en el medio de los dos.

"¿De qué están hablando ustedes?" Harry alzó una ceja y las miró a ambas. Polly apretó los labios conteniendo una sonrisa, ahora sabiendo un par de cosas graciosas y tiernas de la infancia del ojiverde.

"Oh, sobre ti cariño, por supuesto." Respondió Anne. Harry sonrió egocéntrico pero borró el gesto cuando su mamá continúo hablando: "Le conté a Polaris sobre cuando de pequeño corrías por la casa desnudo y esa vez que sacaste toda mi ropa y accesorios y te los pusiste mientras modelabas escuchando Elvis."

"¡Mamá!" Harry masculló por lo bajo, sonrojándose inmediatamente y mirando a Polaris con ojos muy abiertos "Eso es vergonzoso." Ella soltó una pequeña risa y él negó, Anne riendo también y rodando los ojos.

"Claro que no, es adorable. Cuéntanos, ¿Ya Maddie entró a cirugía?" Esta vez Anne cambió a una expresión seria y Harry asintió soltando un largo suspiro.

"Sí, ya la anestesia le hizo efecto y justo cuando me vine empezó la operación." El ojiverde se cruzó de brazos en su jersey tejido negro y miró al frente mordiendo nerviosamente su labio inferior.

"Todo saldrá bien, Harry." Polly le sonrió en apoyo y él giró a mirarla para luego observar a su mamá que asentía también con una sonrisa reconfortante buscando asegurarle que todo iba a salir bien. Él asintió, sabiendo que en efecto no tenía que preocuparse porque el doctor le dijo que no había ningún riesgo y que la operación era para lograr eso mismo, pero aún así Harry no podía evitar ponerse nervioso y ansioso, ver a su pequeñita hermana tener que pasar por eso.