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Los prometidos hotcakes preparados por Harry ya habían sido devorados por Polly hace algunos minutos, tan buenos que el rizado le ofreció hacerle más y no sabía si era que su receta era deliciosa o la chica comía demasiado, pero de ambas maneras encontró adorable y chistoso que se haya comido 6 hotcakes en total.

Harry llenó la segunda taza de café negro de ambos mientras seguían conversando de todo un poco: sus estudios, sus trabajos, música, cocina, sus amigos Mitch y Louis, lo que sintieron cuando se mudaron tan jóvenes a Nueva York. El ojiverde le habló un poco de su mamá, Anne, la mujer más importante en su vida, y ella también le habló sobre Bonnie y la buena relación que tenían que hasta se consideraban mejores amigas.

Y aunque Harry contó una que otra anécdota de su infancia en Inglaterra, Polaris evadió sutilmente hablar sobre la de ella porque eso significaría hablar de su hermano y no era momento de tocar ese tema delicado. Hasta ahora, Harry no sabía que Polly solía tener un hermano, y mientras él se abría a ella y le contaba sobre su vida personal, la teñida se sentía un poco mal porque de alguna manera no estaba siendo tan honesta con él como Harry lo estaba siendo con ella. Y no era por falta de confianza, su vecino era la primera persona en mucho tiempo que logró ganarse su confianza y amistad en poco tiempo.

Solo que, aún después de muchos años, para Polly la muerte de Kai seguía siendo un tema que le desgarraba contar a la ligera. Admiraba a las personas que hablaban sobre sus pérdidas con facilidad, ella aún no podía hacerlo sin derrumbarse. Tenía traumas y arrepentimientos de eso que aún no desaparecían.

"El doctor dijo que la operación probablemente se lleve a cabo en la mañana," dijo Harry, habían estado hablando de Maddie desde hace unos minutos "Pero en el transcurso del día me llamará para confirmar la hora."

"¿Me puedes avisar, por favor? Realmente quiero estar ahí para ustedes."

"Sí, por supuesto, Polly. Gracias por tu apoyo." Sonrió agradecido, porque aunque no era obligación de ella estar ahí, Polaris quería estar presente y acompañarlos.

"No hay de qué, cuentan conmigo." Sonrió ella con dulzura, cubriendo poco segundos después su sonrisa con la taza que contenía los últimos sorbos de café que le quedaba.

"Y tú con nosotros también."

Un silencio se creó entonces, ambas miradas claras y oscuras observándose fijamente hasta que Polly rompió el contacto visual para ver los platos vacíos de su previo desayuno en la mesa. Ella podía sentir los ojos de Harry sobre ella aún, y ya lo conocía lo suficiente como para saber que algo quería preguntarle. Cuando subió la mirada de nuevo lo confirmó, sus verdes esmeraldas escrutándola, las cejas levemente fruncidas y sus dientes mordiendo pensativamente sus labios carmesí.

"Ahm, presiento que lo que estoy por preguntarte es algo complicado para ti, y espero que no te sientas presionada por decírmelo pero..." su voz profunda y cautelosa fue apagándose hasta que habló de nuevo con preocupación "¿Te...um, ocurre algo? Ayer...no te veías nada bien y realmente me asusté mucho, Polly."

Ella se quedó callada, su mirada inevitablemente desviándose de sus penetrantes ojos claros, sus manos deslizándose por sus piernas debajo de la mesa y apretando sus rodillas. Esperaba que Harry olvidara preguntarle sobre ayer, pero sabía que eventualmente iba a mencionarlo. Decirle que no le ocurría nada era estúpido, él la había visto en uno de sus peores momentos, por desgracia. La ansiedad empezó a crecer en su cuerpo cuando Harry volvió a hablar.

"Sé que no tenemos mucho tiempo de conocernos pero no pude evitar preocuparme. Solo...quiero saber que estás bien. El día del bar también me dejó consternado y... estoy algo confundido."

polaris [h.s]Where stories live. Discover now