Capítulo n°13: Special K

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Advertencia: Este capítulo contiene contenido sexual explícito [+18], por lo que se ruega discreción.

Nota de la autora: algunas palabras de este texto están "dichas" literalmente en español, considerando que el idioma en el que hablan constantemente es inglés o coreano. Están marcadas con cursiva (además de los pensamientos que también están marcados de la misma forma).

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- Nunca te había visto así de triste, y no quiero que jamás vuelva a suceder, amor. – le susurraba Melissa, mientras continuaba dándole pequeños besos en su rostro. Saeyoung sonreía, dejándose querer por ella.

- Ya estoy mucho mejor, gracias a ti, preciosa. – respondió él, dejándole un sonoro beso en su mejilla.
Estaban acurrucados desnudos, mientras Melissa estaba a su lado acariciando su cabello, bordeando su rostro con sus tibias manos. Saeyoung tenía una mano en su cintura, y se sentía tan feliz ahí, rodeado de ella, que apenas podía expresarlo.

- Sé que fueron cosas que tu cabecita loca imaginó, pero Saeyoung, siempre debemos hablar, siempre debemos conversar. Y no tengo pensado terminar contigo de aquí a un millón de años. Solo debes confiar en mí. – le susurraba ella, continuando con sus besos.

Saeyoung se quedó de piedra al escuchar sus palabras. Confianza. Le lanzó una mirada a Melissa que continuaba tratándolo con ternura, y sabía que algo no estaba bien. Sabía que había hecho mal al ingresar sin su autorización a su computadora, y para peor, a hackearla. El que ella estuviese intentando hacerlo sentir mejor, en realidad, ahora comenzó a llenarlo de culpa.

- ¿Sucede algo? – preguntó ella al ver su rostro. Se notaba confundido aun, entonces se preocupó. – Dime Saeyoung, por favor no te quedes con lo que estás pensando. Puedes decirme lo que sea.

El pelirrojo tragó saliva con dificultad. Había prometido que no le ocultaría nada, pero Vanderwood tenía razón en decir que podrían caerle las penas del infierno. Pero una promesa es una promesa, y a pesar de todo lo que sucediese a partir de ese momento, era mejor enfrentarlo de una vez. Ya lo había hecho.

- Mel yo... hice algo. – Saeyoung se acomodó sobre su codo, para intentar mirarla, pero no podía. Bajó la cabeza de inmediato, sintiéndose culpable.

- ¿Qué hiciste? – preguntó ella, acariciando su rostro con una tenue sonrisa. – Sea lo que sea podemos soluci...

- Hackeé tu computadora. – admitió Saeyoung. En aquel momento a Melissa se le deformó la rostro, pasando de la ternura a la incertidumbre, luego al enojo.

- ¿Qué hiciste qué? – preguntó ella, sin dar crédito a lo que oía.

- Mel, antes de cualquier cosa, solo estaba buscando información puntual. – Saeyoung hablaba precipitadamente, mientras Melissa se levantó de la cama con brusquedad, yendo hasta su armario para ponerse una sudadera y bragas. Saeyoung se levantó, siguiéndola mientras se ponía apenas los bóxer en el proceso. – Yo no la hackee por completo, yo no vi nada más, solo quería encontrar algo...

- ¡Pero que mierda querías encontrar! – ella estaba profundamente molesta, y salió de la habitación para ir a su oficina. Saeyoung le seguía los pasos.

- Sólo información sobre Diego, pero no cosas tan terribles. Solo quería saber quien era, no lo que ha hecho contigo. – intentó explicarse a pesar que el enojo de su novia crecía cada vez más.

- ¿¡¿¡¿Y no pudiste preguntarme?!?! – le espetó ella, sentándose frente a su computadora, tecleando a toda velocidad.

- Debí hacerlo, lo siento, pero ayer... es que te demorabas tanto... yo no sabía... nunca me has dicho nada de Diego... tenía que saber a qué me estaba enfrentando... - intentó justificarse bajando la mirada. Melissa emitió solo un gruñido como respuesta, mientras revisaba sus archivos, hasta que finalmente se detuvo, alzando la mirada sobre Saeyoung.

Can we love forever? «Mystic Messenger» [Parte II "D.S.T" y "C.L"]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant