Capítulo 20. parte 2

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Hola mis queridas lectoras.

Ahora estoy realmente de vuelta y con una nueva historia próximamente.

Hago esto solo por el placer de escribir y que mis personajes no mueran antes de nacer.

Espero que sigan disfrutando de "Lobo Vinteri" que esto empieza a ponerse bueno 🔥💋🥀

Aunque la moda Valengina variaba en las localidades y en la extravagante corte del rey, Eleanor se sentía  como una princesa con las ropas que se había puesto.

Pero había un problema.

No podía caminar con esos instrumentos de tortura llamados vestidos.

Vió por la ventana a la prometida de su padre y no pudo evitar pensar en lo hermosa que era. Seguramente era la belleza más bella de la localidad a pesar de su edad.

Y ella una joven plebeya en trajes finos. Aunque aparentara ser otra cosa siempre sería aquella chica que muchas veces pasó hambre y frío.

Con ayuda de la barandilla logró bajar con mucho cuidado las escaleras para ser presentada a su enemiga oficialmente. Esperaba y no la recordara de esa desagradable escena del velorio.

Llegó abajo e hizo su mejor intento de sonrisa. La mujer entraba del brazo de su padre mientras Maximilien se apresuró a ponerse del lado de Eleanor y enlazar su brazo con el suyo provocando que Sabella los mirara con mucha curiosidad y recelo. Lo que realmente la avergonzó fué mirar al conde a los ojos y recordar los sucesos de anoche, sobre todo después de ver algunos tenues arañazos en la barbilla de Max, estaba segura que ella era quien los había hecho. No pudo ocultar la felicidad que le causó obtener la mirada de Max sobre sus nuevas ropas, como si le gustara lo que vió.

-Querida. -El marqués fué el primero en hablar y señaló a Eleanor. - Ella es mi hija mayor. La que estaba en el extranjero. Eleanor.

-Un placer. -Eleanor la saludó con una simple inclinación de cabeza pues Sabella era de un rango inferior e intentó hablar como si fuese una simple chiquilla inocente del mundo.

-El placer es todo mío. -Dijo Sabella mirando a la joven y si notó los arañazos en la cara de Max, lo disimuló muy bien. -Es muy bonita. ¿Por qué no me dijiste que tenías una hija, querido?

-Quizá te lo dije pero pudiste haberlo olvidado, querida. -El marqués Habló mirando a Sabella instándola a no preguntar más.

-Tienes razón, querido, debe haber sido un descuido de mi parte. -A la mujer no le convenía quedar mal con el marqúes nada con el conde de Courcy por una chiquilla traída de Dios sabrá dónde. -Me alegra conocerte, eres una muy hermosa jovencita. Estoy segura que nos llevaremos bien.

-No sabe cuánto me gustaría, señora. -Contestó Eleanor de tal forma que sólo Max se dió cuenta del sarcasmo de sus palabras.

-Por favor. Pasemos todos a la sala que hay cosas pendientes.

Todos se dirigieron a la sala y procedieron a charlar hasta la hora de almorzar, en que Eleanor finalmente accedió a ser escoltada por Maximilien hasta la mesa, y aunque estaba feliz de caminar de su brazo, en su mente de decía que era por qué se le dificultaba caminar con lo pesado del vestido.

-Me gustaría que acompañaras a mi hija en su presentación en sociedad. -Dijo el marqués.

Sabella miró a Eleanor con mucha curiosidad.

-Imagino, querido que ese era tu cometido al invitarme. Por su puesto que estaré encantada de acompañar a la bella Eleanor al palacio para su presentación. Aunque tú bien sabes, nunca he estado allí.

LA LOBA VINTERIWhere stories live. Discover now