53. Respiro de paz

Magsimula sa umpisa
                                    

—Nos vamos a separar de nuevo—dice Jimin—. Hades nos va a separar de nuevo. Una constante de ir y venir. Me pregunto si algún día tendremos el verdadero tiempo juntos. Sin interrupciones, sin confusiones, sin conflicto... Me pregunto demasiadas cosas ¿No te parece?

—No vamos a morir.

— ¿De verdad? ¿Eso es lo que piensas?

—Sé que no moriremos. Encontraré la forma de que no pase.

—Moriremos—Zanja Jimin—. Moriremos sin habernos querido lo suficiente. Sin habernos confesado lo suficiente. Que desgracia, el océano siempre tan desgraciado a pesar de ser el mayor paraíso que nadie ha deseado—Entona juguetón, sentándose—. Incluso en el está la salvación, pero no llegaremos a ella.

—Lo haremos. Estoy seguro de que sí.

— ¿Por qué?

— ¿De qué sirve enfrascarse en que no puedes hacerlo? Si venzo al destino en esta ocasión, seremos libre de hacer todo lo que estás diciendo. —afirma tomándolo de la mano. Jimin lo observa un instante antes de reír negando con la cabeza.

—Ojalá fueras mi esposo. Eres tan tierno. Tanto que siento envidia de mí mismo.

— ¿Ah?

Jimin lo toma del rostro con una mano y lo besa. Jungkook por inercia se inclina hacia él, empujándolo a la arena y quedando encima. Jimin abre las piernas y las enreda alrededor de la cintura de Jungkook, subiendo el pijama oscuro para frotarse con su piel.

Al separarse hay un suspiro, recuperando al respiración y acto seguido, volver a besarse. Jungkook lo penetra, sujetándolo de la cintura. A mitad de la nada, entre corales de diversos colores y formas, animales que van y vienen sin prestar atención y una luz ondulante estaba el rey de la Atlántida.

Que en su constante observación, es capaz de notar un detalle: Los ojos de Jimin están parejos, también sus dientes e incluso su cabello está más largo de lo que debería. Ligeras variaciones que nadie a simple vista notaria porque es apenas evidente. Jadea, lo mira, halla más detalles: Lunares en su pecho, las perforaciones en su oreja, incluso las mejillas menos rellenas y dando paso a un rostro más definido.

—ah, es solo un sueño. —Concluye en un murmullo ¿Qué otra cosa puede ser de todas maneras? Jimin da una risita, acariciando a Jungkook el contorno de los ojos.

—Mi pequeño Poseidón... Ojalá encuentres tu salvación, no quisiera ver a mí amor en mayor desesperación.

~ * * * ~

— ¿Con Anfitrite?

—Fue extraño.

Yoongi mira a un lado, pues Namjoon y Sunmi quedan con la misma cara de pasmo ante la tan encantadora historia de Jungkook. Recién llegan de Etiopía, la grieta que apareció duró apenas dos segundos y Jungkook tuvo que llevar a Jimin de la mano. Pues la distancia era aún bastante entre el punto B y la Atlántida.

Su Anfitrite se está dando un baño de esencias mientras continúa queriendo golpearse la cabeza contra algo. Aun incrédulo de lo sucedido y que Jungkook haya vivido algo parecido. La única diferencia es que Jungkook casi pudo tomárselo con normalidad.

Casi.

—Habló mucho y solo después de un rato me di cuenta de detalles. Pequeñas diferencias apenas evidentes... Fue extraño. —Concluye entrecerrando los ojos.

—Tuviste una aparición de la Anfitrite misma y lo único que tienes que decir es que fue extraño—resopla Yoongi—. mira que eres un ingrato. De Jimin ya ni me sorprende.

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon