"¿Quieres quedarte a dormir esta noche?"

-Le avisaré a la señora Kim.

Sacó su celular del bolsillo y empezó a teclear unas cuantas cosas en este, mientras el canino esperaba a que acabara para recibir más caricias.

-Tu lobo es un mimado.

"Solo por ti"

Changbin y Seungmin aún no eran nada oficial, pero todos sabían que esos dos se traían algo entre manos. Eran muy obvios. Todo empezó cuando Minho le pidió el favor de recoger a unos "niños" y el de baja estatura en verdad pensó que eran niños de al menos unos 5 años. No se esperaba a un tierno chico de angelical sonrisa con lindos cabellos morados. Tenía un dulce y atrayante aroma a miel.

-Sujétate bien, no quiero que te caigas. -dijo con el chico encima suyo.

-Uh, está bien...

-Seo Changbin. -el vampiro sintió cálido su corazón al ver a ese humano sonreír.

-Yo soy Kim Seungmin.

Hyunjin y Jeongin subieron a su habitación y se alistaron para ir a descansar. Cepillaron bien sus colmillos y con sus pijamas puestas, se metieron a la comodidad de su cama.

-Mañana van a venir los chicos, ¿no?

-Sí, pero hubiera preferido tenerte todo el día para mi... Aún podemos decirles que no vengan. -dijo con una sonrisa y le dio un pequeño beso.

-Pues me disfrutarás mañana por la noche.

-¿Qué clase de propuesta es esa, Yang Jeongin?

El menor sonrió y se escondió en el pecho de Hyunjin mientras este sonreía como un bobo. Pasarían los años y el pelinegro siempre le dedicaría la misma sonrisa enamoradiza a Jeongin.

Después de unas horas, la luna y las estrellas se fueron, dando paso al brillante y grande sol de todos los días. La pareja de vampiros descansaba tranquilamente en su habitación hasta que unos gritos interrumpieron sus sueños.

-¡Oigan, ya es hora!

-¿Estás seguro que deberíamos abrir sin tocar antes? -susurraron delante de la puerta.

-Sí, no creo que...

Oh.

Hyunjin y Jeongin habían escuchado a sus amigos apenas abrieron la puerta del castillo. Sonrieron cómplices y el mayor se colocó encima del castaño para empezar a repartir varios besos hasta que escucharon un fuerte portazo en su habitación. Los dos vampiros rieron en su lugar, sus amigos se lo habían buscado.

Sabían bien que hoy pasarían tiempo juntos, pero no creyeron que irían tan temprano. El camino a su destino no era largo, aunque era mejor si fueran desde ya para que disfrutaran del lindo lugar.

-¿No quieres continuar? Ellos pueden esperar... -dijo coqueto, volviendo a hacer reír al castaño.

Jeongin se quitó a Hyunjin de encima y se metió al baño escuchando un pequeño gruñido de su novio. ¿Acaso estaba en celo? Pero él no es un lobo. Igual debería preguntarle a Taeyong otro día. Cosas de vampiros.

Al bajar, se encontraron con sus amigos quienes conversaban entre ellos animadamente, rodeando las dos cestas de picnic de la mesa del centro. Una llena de insectos muertos, globos oculares, carne cruda, sangre coagulada y entre otras cosas mientras que la segunda tenía jugos de fruta, sándwiches de pollo y uno que otro dulce.

El lugar escogido por Chris era simplemente hermoso. Había un pequeño lago con agua cristalina y varias flores alrededor. Los árboles estaban llenos de hojas verdes y entre ellas pasaba la luz del sol. Las mariposas revoloteaban entre el campo y uno que otro venado curioso pasaba por ahí.

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