Ilegal

Capítulo 39❤️🖤

Valeria

Nunca pensé que estaría dispuesta a desnudarme por completo frente a Liam.
¿Estoy loca?
No, no es que esté dejando que él haga conmigo lo que desee. Davis está aquí, frente a mí. Sus ojos penetran mi cuerpo y a pesar de que él no está completamente seguro de amarrar mis manos y poseer mi cuerpo, le ofrezco una pequeña sonrisa tratando de calmar el ambiente cargado.
—Val, por Dios. No podemos hacer esto. No frente a él... Esto es algo mórbido, e indudablemente... Ilegal. —el desespero en sus palabras hace que mi corazón palpite incontrolablemente.
Lo veo como lentamente amarrando mis manos intenta ser sutil; siento como su fuerza hace que la soga penetre mi piel. El roce se siente caliente, áspero, pero nada que no pueda tolerar.
He pasado por cosas peores.
Liam me ha hecho cosas horrendas.

Terminando, el lazo que realiza en el mismo centro de mis muñecas hace despertar las mariposas en mi estómago.
—Solo tú puedes sonrojarte en estos momentos. —su voz profunda me excita y hace que mi vagina se humedezca.
Nuestros ojos se conectan y sin pensarlo más mis labios caen en los suyos. No me importa lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, si estamos en peligro o no. Pero Davis no refleja lo mismo. Inseguridad y furia es lo que expresa en su cuerpo.
—¿Qué diablos esperas hermano? Es hora de que ella realmente te pertenezca.
—¡Cállate! Maldito, cállate o te callaré yo mismo. —los gritos feroces de Davis me hacen sentir segura y mi cuerpo cae en la cama ofreciendo todo lo que tengo. No hay nada que me pueda detener. Davis está aquí, conmigo. El terror que he sentido por años él se ha encargado de apagarlo, hoy frente a nuestro enemigo, nuestra unión me da la fortaleza que necesito.
—Davis, mírame... Estoy bien, estaremos bien. ¡Te amo! Nada ni nadie podrá cambiar nuestros sentimientos. Al contrario, tu protección y tu amor ayuda a calmar los demonios a nuestro alrededor. —mis palabras causan una reacción que nunca he visto en él. Con lágrimas cayendo fuera de sus ojos azules. él se desnuda rápidamente y su cuerpo cae sobre el mío.

La electricidad, nuestra conexión se hace sentir en cada rincón. Estoy segura de que Liam puede sentirlo también. Su erección entra en mí y ambos gemimos a la vez.
—Lo siento ángel. Dios, lo siento. —Davis murmura en mis labios luego de posicionar mis manos amarradas al tope de mi cabeza.
Mis piernas se abren poco a poco dejándolo deslizar fácilmente.
A lo lejos escucho gritos de Liam refiriéndose a su hermano, pero la burbuja que Davis y yo hemos creado no permite que las emociones cambien entre nosotros.

❤️🖤❤️🖤

El deseo y la pasión termina con Davis parado halando mi cabello con mi cuerpo pegado en una pared permitiéndonos a la vez llegar al climax. Cuando me giro para ver si él está bien sus labios vuelven a atrapar los míos dejándome saber que me desea otra vez. Que no le importa tener a Liam en la misma habitación, además, que el tipo de relación que él tuvo con esas otras mujeres no lo disfruto en lo absoluto porque fueron momentos pasajeros. Momentos que sin duda surgieron porque él quería llevar el recuerdo de su hermano de alguna manera.

Liam no habló más luego de ser testigo del amor que Davis y yo hemos creado en nuestra relación. Quizás está arrepentido de lo que ha hecho con su vida, todos los crímenes que ha cometido hacia las mujeres. Tal vez no, es posible que quizás esté planificando que haré para hacer nuestras vidas más difíciles o como matarnos.
Davis quita la soga que sujeta mis manos para luego dejarla caer al piso. Con una de las sábanas de la cama cubre mi cuerpo y besa mi mejilla antes de él comenzar a vestirse.
—Liam es hora de que dejes a Val salir de aquí. Si me quieres matar hazlo, pero no con ella aquí. —la voz de Davis sale gruesa y más profunda de lo común. Acercándose a su hermano, él agarra el brazo que Liam utiliza para aguantar el arma y en ese preciso momento el arma apunta en dirección a donde se encuentra mi tatuaje favorito.
Escucho pasos provenientes de la puerta trasera de la habitación y es cuando Egor, James y otros dos de seguridad entran con sus armas apuntando directamente a la cabeza de Liam.
Davis sin tan siquiera mirar sabe exactamente quiénes son y da instrucciones de que me saquen del lugar sin importar las consecuencias. Comienzo a llorar desesperada, el terror apoderándose de mi cuerpo. Todo lo que pienso es en Davis que estoy segura dará la vida por mí. James cae a mi lado escondiendo el arma en su espalda para luego llevar sus manos a mis hombros para guiarme en la dirección correcta. El forcejeo entre Liam y Davis se torna violento al igual que sus palabras pero poco apoco voy viendo menos del hombre que amo al James y los demás seguir las instrucciones de Davis al pie de la letra.

La noche está helada, los copos de nieve continúan cayendo y todo lo que llevo conmigo es una sabana en seda. James y Egor están de mi lado pero sus rostros están observando el gran edificio. De momento noto llegar a varias ambulancias, policías, bomberos, y la multitud en la calle se va agrandando según pasa el tiempo. James me lleva a sentarme en la SUV y retira su chaqueta costosa para arroparme.
—¿Por qué están todas estas personas aquí? —mi voz y cuerpo tiembla no únicamente por el frío, pero tengo miedo de que Liam detone el arma y Davis quede herido o quizás hasta muerto.
—Egor tomó la decisión de desalojar el edificio completo. De esta manera si Liam trata de escapar se le hará más fácil a la policía. —la respuesta de James me hace pensar que sucedería si Liam escapa. Viviría nuevamente perdida en mis propias pesadillas.
James me acompaña no solo con su presencia, pero no para de preguntarme sobre mi bienestar, al igual que trata de ofrecerme serenidad bajo las circunstancias.

—¡Fuego! Fuego... el edificio está en llamas. —los gritos agudos de una mujer hacen que la multitud lleve su vista a Curio.
James me deja salir del SUV y al ver las llamas Rojas salir del tercer piso del edificio el mundo a mi alrededor se desconecta de mi vista y la oscuridad me deja caer dentro de un agujero.

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¡Hola!

Solo nos queda 1 capítulo.
Ya comenzaron a leer Cuidarte el Alma?

Los quiero,
Amalia