Capítulo 3 ❤️🖤

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Valeria

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Valeria

El Viejo San Juan está igual de pintoresco a como lo recordaba, la noche está vibrante y el aire está húmedo lo cual indica que hay personas bebiendo alcohol en las calles para refrescarse. Sofía decide traerme a la calle San Sebastián y la verdad no me interesa estar aquí. El ruido de la música, nativos cantando y bailando por todas partes me hace recordar la noche que cambió mi vida. Pero trato lo más que puedo de disfrutar el tiempo que tengo con mi hermana.

—¿Porqué te trajo ese gorilla y no Davis? —Sofía pregunta con su siempre tono exagerado y sarcástico.

Observo a Sofía como agarra la lata de cerveza Medalla y la posiciona entre sus labios rojizos dejando una marca del labial en la lata dorada reconocida por todos los puertorriqueños.
Su pregunta no me molesta pero sé exactamente a lo que quiere llegar.

—No tuve otra opción Sofía. Ya lo he explicado varías veces desde que llegué. —respondo para luego enseñarle cuan blanco son mis ojos.

—La verdad no entiendo... Davis es el que se supone viniera contigo a explicar, a dar la cara por toda la mierda que su hermano ocasionó.

—Davis no tiene que estar aquí para explicar nada. Su hermano fue el que me atacó en un callejón no muy lejano de donde estamos sentadas. Así que no entiendo a dónde quieres llegar. —mi tono de voz sale rudo y creo que es porque he tenido que explicar tantas veces que Davis es una buena persona y que nunca me haría daño.

—Val... —mi hermana detiene sus palabras cuando mi mirada se torna desafiante y me levanto de la silla comenzando a caminar hacia el lugar que nunca pensé iba a volver jamás.

Mis piernas van dirigiéndose hacia el este de la calle San Sebastián y luego de pasar varios callejones me detengo exactamente en la entrada del único callejón sin salida. Siento a mi hermana Sofía pegada a mí con su respiración errática imitando la mía. En un abrir y cerrar de ojos elevó mi cabeza para mirar al cielo, está oscuro, igual que aquella noche y mientras entro al callejón me doy cuenta de que no hay luces azules alrededor. Aquellas luces que tanto trate de alcanzar para que me salvarán.

—Valeria... No tienes que estar aquí. Por favor, es hora de irnos. Además estas temblando. —la voz de Sofía se escucha preocupada pero mis piernas no quieren seguir su consejo.

Sigo mirando alrededor del callejón y trato de pensar en aquella noche hace dos años. Las memorias no regresan y sé que tuve que haber bloqueado todo porque todo lo que mis ojos hacen es buscar lo que pensé que eran unas luces. Llevo mi vista al suelo y lo único que veo son los mismos adoquines grises que cubren cada calle de la ciudad.
Pero absolutamente nada me hace recordar aquella noche.

Luego de unos minutos viro mi cuerpo para encontrarme con el rostro de mi hermosa hermana, el cual por primera vez en mi vida veo sufrimiento. Y eso es lo menos que quiero de ella o mi familia, no quiero que sufran por mi. Por algo que sucedió en el pasado y la cual estoy tratando de superar.

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