Capítulo 26 ❤️🖤

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Valeria

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Valeria

Luego de haber recibido el mensaje de texto de Davis, no he parado de caminar de un lado a otro en la cocina. Al parecer algo sucede con Sofía y aunque él me da a entender de que todo está bien, conozco a Sofía, y sé que algo no está nada bien. Sus actitudes desde que llegamos a Seattle han evolucionado negativamente a pasos acelerados y la verdad no sé si quizás la pérdida de nuestros padres le ha afectado más de lo que pensaba.
Limpio nuevamente el tope de mármol de la isleta en la cocina porque mis nervios me están consumiendo. No sé porque intento seguir limpiando la misma área como si fuera a sacarle más brillo del que ya tiene.
Al girar mi cuerpo para encontrar otra superficie escucho la puerta de entrada abrirse y las voces de algunos de los chicos de la fraternidad.

                            ❤️🖤❤️🖤

La noche va cayendo y con ella la lluvia típica de Seattle. Pasaron dos horas en las que los chicos de la fraternidad junto a Nia y Valor estuvieron esperando por la llegada de Davis con un bizcocho para celebrar su cumpleaños.
Siempre que estoy en compañía de todos ellos me siento segura y contenta, porque gracias a ellos pertenezco a un lugar y deje de ser aquella chica inmigrante.
El bizcocho sigue en la misma posición donde Ash lo dejó en la mesa en cristal del comedor. He contado la cantidad de velas que lo adornan un sin número de veces hasta que Nia agarra mis manos las cuales no sabía tenía temblorosas.
—Val, dime lo que piensas. Sabes que estoy aquí para ti.
Llevo mis ojos al rostro de Nia y en instantes mi boca se abre para explicarle como me siento. —Creo que Davis me está escondiendo algo y estoy cansada de los secretos y las mentiras. Además, no sé si haber regresado con Sofía y Alejandro haya sido lo mejor. Sofía no está bien, no sé exactamente qué sucede con ella. He intentado muchas veces tener una conversación con ella pero no he tenido resultados.
Siento las manos de Nia apretar las mías dándome el apoyo que necesito y ella comienza a hablar. —Davis nunca ha sido el tipo de persona que enseña sus sentimientos, pero contigo es diferente. Todos nosotros que nos criamos juntos hemos visto como él ha cambiado para bien. Gracias a ti Davis se ha convertido en un hombre de amor. Ya verás que todo se resolverá. Mantente positiva. —la voz sutil de Nia hace efecto en mí y la abrazo fuertemente para agradecerle.

El poder estar junto a las personas que considero como una familia hace que mi cuerpo y en especial mi mente se revitalicen.
Compartimos por unas horas y a pesar de que me hicieron reír, cantar y bailar, mis pensamientos estaban completamente en Sofía y Davis.

                        ❤️🖤❤️🖤

Me encuentro sola luego de acostar a Alejandro para que descanse de una noche de Halloween inolvidable para él. Davis se comunicó conmigo hace unos minutos dejándome saber que ya estaba en camino hacia nuestro hogar. Gracias a su mensaje me siento más tranquila pero el no saber exactamente qué sucede con Sofía me tiene un poco ansiosa.
Mi celular vibra en mis manos mientras observo el hermoso bizcocho en forma de pelota de béisbol que trajeron los hermanos fraternos. Miro la pantalla y un número que no conozco continúa llamando por unos segundos. Al no contestar el número decide dejarme un mensaje de texto el cual abro.

Valeria, espero que todo esté bien.
Te escribo porque intenté llamar a tu teléfono pero creo que estabas ocupada.
Te escribe Melissa Farsi.
Quería saber como va todo entre tú y Davis. No los he visto más en mi oficina juntos, aunque hablo y veo a Davis casi diario, quería saber si entre ustedes todo está bien.
Estoy a su disposición.

Recuerdo muy bien cuando visité la oficina de Melissa, mi primera impresión acerca de la profesional es que físicamente es idéntica a su hermana gemela, Eva. La cual pertenece al Ministerio y estoy segura de que en algún momento tuvo algún tipo de intimidad con Davis. La doctora Farsi se comportó educadamente y sus palabras durante la terapia fueron adecuadas según la situación que Davis y yo atravesábamos en ese momento, pero hay algo que no me deja confiar en ella cien por ciento.
Escucho pasos provenientes de la entrada principal y respiro confiada en saber que Sofía y Davis han regresado a casa. Múltiples pasos se acercan y me doy cuenta de que ellos no están solos. Davis entra a la cocina con su rostro preocupado, detrás de él está Sofía agarrada del brazo de Roman. Inhalo varias veces al notar el cambio en el rostro de mi hermana. La última vez que la vi fue hace algunas horas y nuestra interacción no fue la mejor, hasta el punto que me hizo pensar que algo le ha sucedido. Davis me agarra fuertemente por la cintura y su voz profunda se acerca a mi oído para hablarme.
—Ángel, necesito hablar contigo.
—Vamos a la terraza. —respondo girándome para caminando ligeramente.
La noche se siente fría y con ella las estrellas alumbran directamente el cuerpo de Davis. Sus ojos brillan al mirar mi cuerpo y sé que mis mejillas comienzan a sonrojarse porque él no disimula su sonrisa pícara que amo.
—Creo que es mejor que inicies la conversación. —digo de inmediato sabiendo muy bien que nuestra atracción la mayor parte del tiempo se interpone en nuestras conversaciones.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que alguien nos vea? Pensé que no le temías a hacerlo en público. —su sensual voz hace que me acerque a él. Mis brazos rodean sus hombros y mis labios caen en los suyos solo para darle a entender que me encanta cuando él se pone juguetón. El beso fue rápido, pero me quedo en la misma posición para así escuchar detenidamente lo que él desea comunicar.
—Ángel, estás jugando con fuego.
Escucho como su respiración trata de normalizarse antes de él continuar. —En estos momentos es sumamente importante para mí hablarte de otras cosas. Roman y Sofía... Estoy seguro de que están juntos.
Mi corazón se paraliza por unos segundos al él hablar sobre una supuesta relación romántica entre mi hermana que es menor de edad y Roman, que le lleva unos años y su reputación va a la par con la de Davis.
Decido omitir mi opinión acerca de lo que pienso, pero tendré que hablar con Sofía al respecto.
—Roman se quedará con nosotros está noche. Cuando llegué a su casa Sofía estaba histérica gritando, esto porque encontró a Cora allí.

Respiro profundamente y al parecer Davis nota mi inseguridad al mencionar el nombre de su exnovia.
—Hablé con Cora y ella se va mañana, todo quedó aclarado con ella. Así que no tenemos que pensar más en ella, es hora de que nuestra relación tome el siguiente paso. Tú sabes a lo que me refiero. —su encantadora voz retumba en mi cabeza al él referirse a nuestra boda.
—Podemos hablar de eso luego. —le contesto. —Creo que debemos resolver otras cosas antes de hablar de matrimonio. No creas que con mis palabras estoy negando lo que indudablemente sucederá algún día.
Vuelvo y llevo mis labios a su boca para asegurarme de que él entienda lo que siento.
—Okay... hummm. —escucho como su vocabulario se torna inseguro luego de remover mis labios y mis brazos abrazarlo más fuerte. Sus manos deciden agarrar mi cintura y el gesto me da a entender que sus próximas palabras no serán las mejores.
—Liam ha estado jugando con mi mente y la verdad no ha sido de la mejor manera porque él más que nadie sabe que tú eres todo para mí. He estado recibiendo unas fotografías en mi celular de un número desconocido y me comprometen.
Mi cuerpo se vuelve frío y tieso y solo imagino lo que reflejan las fotografías.
—Quiero verlas. —exijo aunque mi voz suene temblorosa.
—No. Val, no es necesario. Son fotos tomadas en el Ministerio y en todas estoy yo acompañado. Fueron fotos del pasado, antes de que tú llegaras a Seattle hace un año.
Mi corazón me dice que no vea las fotos pero mi mente como siempre piensa lo contrario.
—¿Crees que vienen de Liam? —mi voz se concentra en sus ojos y espero por su respuesta.
—Estoy seguro de que es él. James ha estado investigando el número del celular y encontró que el teléfono estaba en el hogar de Roman la última vez que me enviaron una foto.
Sus ojos se tornan oscuros de coraje, pero por primera vez puedo ver que tiene sus sentimientos bajo control.
—Egor buscó por toda la casa y no encontró el celular o la persona a quien le pertenece. Volvemos al principio. Es como si Liam estuviese jugando al gato y el ratón. Por lo que veo él siempre está ganando.

Cierro mis ojos en desesperación y si deseo ser sincera conmigo misma nada de lo que Liam está realizando hará que mi relación con Davis se perjudique. Debo mantenerme fuerte aunque lo único que deseo es encerrarme en mi habitación y nunca salir.

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¡Hola!

Quiero agradecerles el inmenso apoyo con Inmigrante.
Si me siguen en mis redes me imagino que vieron mi anuncio sobre la versión kindle que saldrá en unos días.
Ustedes me han ayudado a cumplir uno de mis sueños, mil gracias.

Amalia Russo

IlegalWhere stories live. Discover now