La serie Inmigrante continúa con el libro 2, Ilegal.
"Los secretos nos unen pero a la vez nos destruyen."
Después de un año tumultuoso, las vidas de Val y Davis están separadas por trágicos secretos que han salido a la luz pública.
Valeria sabe lo q...
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Davis
Durante años he estado sumergido en adicciones y relaciones sin sentido, los cuales solo me ofrecían una solución temporera. Esta noche teniendo a Val entre mis brazos tengo que admitir que ella ha convertido mi vida simple en una totalmente complicada. Si fuese otro hombre quizás estuviese corriendo para no estar con ella, pero no soy cualquier hombre. Soy un Johnson... egoísta, dominante y con ella lo complicado se convierte en color dentro de mi vida que ha sido a oscuras.
La luz de la luna se refleja en la espalda de Val y me hace entender que no soy el único que la admira de tal manera.
—Da... vis... —la voz de Val sale desde lo más profundo de sus pulmones en forma de llanto. De inmediato observo su rostro y noto sus párpados cerrados con su rostro inclinado hacia mi pecho. Está soñando. Me digo a mí mismo emocionado por saber que también habito y domino los sueños de mi ángel.
Acaricio la delicada y suave espalda de Val cuando la siento moverse despertándose. Sus ojos grandes marrones me encuentran y ella llama mi nombre dulcemente. La noto temblar acurrucada a mi cuerpo y sé que está excitada. Mi cuerpo la conoce tan bien que sé exactamente lo que ella está pensando y por más que quiera amarrar sus brazos y tenerla en completa sumisión sé que ella necesita descansar, además no creo que ayudaría mucho en nuestra frágil relación.
—Ángel necesitas descansar. En unas horas debes estar despierta. —digo cada palabra sintiendo su respiración cambiar y mi erección aumenta con cada inhalación de ella.
Su mano comienza a tocar mis abdominales y en segundos su entrada está posicionada directamente en mi erección. —Necesito de ti en estos momentos. —sus palabras me ruegan y quien soy yo para no cumplir.
❤️🖤❤️🖤
No sé cuando fue, pero creo que desde que dormimos juntos Val nunca ha utilizado ropa interior durante la noche. No me estoy quejando en lo absoluto pero me hace pensar que mi ángel de ojos grandes marrón ha cambiado. Ya no sé esconde o corre de mí como lo solía hacer. Su timidez continúa dulcemente y es como si fuera parte de su aura, pero también ella se ha convertido en una fiera. Tomando total control de su vida y llevando la carga de responsabilizarse por sus hermanos. Val no solo es una mujer completa dentro y fuera de nuestro hogar, pero en la cama debo admitir que es interesante ver cuando aveces la dejo a ella dominar nuestra interacción sexual. Con ninguna otra mujer he dejado perder el control, pero con ella lo que me importa es tenerla conmigo ya que me hace sentir vivo.
—Dios... Val... —mi gemido hace eco en la habitación y la humedad de mi ángel se encarga de borrar mi pasado.
Los movimientos de Val son rápidos y un poco exagerados de acuerdo a nuestras interacciones sexuales pasadas. Sus ojos está completamente cerrados dejando sentir cada segundo de nuestra conexión. En un instante le tela de seda color púrpura que cubría parte de su cuerpo cae en el piso de madera y deja expuesto los más hermosos senos que jamás haya visto. Apreciar cada una de sus curvas es como ver las puertas del cielo abrirse y el ser que has esperado por toda una vida te recibe con las manos abiertas en regocijo. Val es esa persona en mi mundo terrenal. La única que me pueda dar exactamente todo lo que necesito sin buscar nada a cambio, aunque por ella lo daría todo... por nuestra relación.
