La serie Inmigrante continúa con el libro 2, Ilegal.
"Los secretos nos unen pero a la vez nos destruyen."
Después de un año tumultuoso, las vidas de Val y Davis están separadas por trágicos secretos que han salido a la luz pública.
Valeria sabe lo q...
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Davis
La mañana en el hogar de los Robles ha sido placentera a pesar de haber recibido bombardeos de preguntas de las bocas de Sofía y Rodolfo el padre Valeria. Sus preguntas han sido directas y consistentes de acuerdo a mi relación con Val y mi familia. Mis contestaciones fueron explícitas pero con mucho respeto, porque la verdad ellos necesitan saber la verdad sobre mi vida y eso incluye Cass y Liam aunque hayan sido sus acciones las que me han traído la nube negra que me sigue día a día.
Cuando Val decidió retirarse de la cocida supe que era mi momento para poder dirigirme eficazmente con su familia, además sé que ella está en la búsqueda de su madre. A pesar de que llevo más de una hora contestando preguntas y llevando una conversación cordial, mis pensamientos están con la chica que ha hecho despertar todos mis sentimientos. Tengo que explicarle y decirle tantas cosas que en realidad el estar sentado aquí solo hace que me ponga ansioso cada minuto que pasa.
Andrea, la madre de Valeria es exactamente como me la imaginaba, una mujer fuerte de carácter e inevitablemente la versión madura de Val. Así que ya puedo imaginarme como mi ángel se verá cuando esté en sus cuarenta... ¡Joder! La mujer no puede ser más sexy.
❤️🖤❤️🖤
Luego de varias horas, poder encontrarme nuevamente con mi padre, James y los de seguridad, todos nos dirigimos al Viejo San Juan junto a Val y Sofía. Doy gracias a Dios que me encuentro solo con el amor de mi vida en uno de los autos que mi padre alquiló para nuestra estadía. Egor se encuentra en el volante mientras que todo lo que he hecho por los pasados diez minutos es besar el cuello de Val. Su risa es contagiosa y me inspira a saborearla más, todo lo que tenga que ver con esta mujer es una delicia y cada día que la tengo en mis brazos mi cuerpo pide más. Mi ángel es insaciable y solo ella puede llenar cada vacío en mi corazón... Solo ella, nadie más.
Mis labios están en el área sensitiva del cuello de Val y veo como su cuerpo se estremece entre mis brazos. Sé que este no es el momento ya que no estamos solos, así que decido hablar para calmar la calentita que los dos tenemos. —Ángel, debemos hablar... Hay tantas cosas que debemos aclarar.
El rostro de Val se inclina hasta llegar a mi cuello como dándome permiso para iniciar la conversación. Su mano derecha la lleva a mi pecho y los nervios hacen que sienta su roce en mi corazón. Tragando fuerte y pensando en como comenzar siento su cuerpo acomodarse por completo junto al mío.
Vuelvo a tragar fuertemente y siento la respiración de Val cambiar antes de abrir su boca. —No me fui de Seattle por tu culpa... Sí, me dejaste sola cuando te necesitaba y me enteré en la entrevista que te realizaron que estuviste comprometido con Cora. —su voz sale fuerte pero siento lo agobiada que está por la situación, porque su respiración no es normal. —Al final hablaron cosas que realicé en momentos de puro dolor y la depresión me llevo a cometer errores de los cuales hoy en día le he tenido que pedir a Dios y a mi familia perdón.
