—Jeongin, ¿en verdad quieres ir? —el pequeño asintió.—¿Incluso si hay muchas personas? ¿Seguro que te vas a sentir bien?

—Voy a ir contigo así que todo estará bien. —susurró apenado y Hyunjin solo pensó que el castaño era como una bolita llena de amor.

Antes de partir, el pelinegro subió a la habitación en donde durmió con Jeongin y tomó otro caramelo de color rojo para dárselo. Con eso estaría bien. Lo cargó como esa vez que fueron al castillo y fueron directo a la manada.

Cuando llegaron, el castaño quedó sorprendido por los dos grandes lobos que custodiaban la entrada, eran enormes. Los dejaron entrar sin problema alguno, pero las dos especies de la manada miraban curiosos al grupo de amigos que se dirigían al lugar en donde estarían los cachorros, no era común ver a un humano entre ellos. Gracias al poder de leer mentes que Hyunjin había desarrollado perfectamente, podía saber lo que los demás decían de su novio.

"¡Se ve tan adorable!"

"¡Es una ternura!"

"¿Un humano?"

Algunos se cuestionaban que hacía ahí y otros simplemente quedaban encantados por la ternura del menor. Pero hubo uno en específico que no le causó ni una pizca de gracia.

Huele muy bien, ¿me pregunto que se sentirá morder ese lindo cuellito?

Vaya que a ese chico le gruñó tan fuerte que hasta lo dejó botado en el suelo, asustado al ver esos fríos ojos del mismo color de la sangre. Sus amigos ayudaron a levantar al contrario y se disculparon con el vampiro, quien se fue más rápido que la velocidad de la luz no sin antes escuchar aquella tétrica voz que le causó escalofríos.

"Mete tus narices en otra parte o te haré mierda de antiguo"

Jeongin volvió a tomar la mano del pelinegro y este, automáticamente, volvió a la normalidad como si el humano lo calmara con un simple toque. Minho y Chris empezaron a regañarlo, pero poco le importó, no iba a dejar que cualquiera pensara así de su novio. Es más, por él lo hubiera matado ahí mismo.

Llegaron a su parte favorita del bosque y ahí estaban todos los pequeños lobos quienes eran cuidados por otras personas, peroncuando notaron las nuevas presencias, no dudadaron ni un segundo en ir con ellos.

—¡Ha venido JinJin!

—¿¡JinJin, por qué nos ha dejado!?

—¡Creímos que ya no nos quería!

Los amigos del pelinegro se burlaban de él mientras Jeongin veía la escena con dos corazones en los ojos. Los niños eran súper tiernos y pequeños, algunos eran lobos y otros tenían su forma humana, pero con sus orejitas y colas, afuera. Hyunjin sonreía contento de volver a verlos, esos cachorros eran como unos seres de luz.

—¿Ah? ¿Quién es usted? —el castaño se puso nervioso al bajar la mirada, no había notado que uno de los lobos se había acercado a él.

—Eh... bueno yo... —los mayores iban a intervenir, pero cuando escucharon al niño gritar permanecieron en su lugar.

—¡Huele a fresitas y también a JinJin! —el niño se transformó en lobo y se tiró a los brazos del menor.

Los demás miraron curiosos aquella escena y se acercaron tímidos a la nueva presencia. Les parecía muy agradable su olor, ¿quién no amaba las fresas y chocolate juntos? Entraron en confianza y ahora todos andaban encima de Jeongin moviendo sus colas.

—¿Usted es pareja de JinJin? —preguntó sorprendiendo al menor, buscó ayuda en sus amigos quienes solo le hicieron una seña para que continuara conociendo a los cachorros.

vampire; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora