The Little( ̶B̶i̶g̶) Cookie [JiKook]

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¿A qué edad comenzabas a sentir curiosidad por tu cuerpo?

Cuando intento recordar la primera vez que sentí curiosidad por el sexo o experimentar con mi cuerpo no llego a dar con una edad en concreto. No recuerdo con exactitud la primera vez que me masturbé pero lo que sí sé es que tuve mi intimidad y jamás me pillaron.

Ahora, con diez años otra vez, no parece que vaya a tener la misma suerte pues, aunque no es mi primera vez, mi cuerpo repentinamente comenzó a sentirse necesitado. A anhelar un poco de tacto mientras una imagen sensual me ayuda a excitarme más y entonces echar mi mano a mi entrepierna y disfrutar por un rato. Porque así es como debería de haber sido, pero no, apenas disfruté de unas sacudidas antes de ser pillado con las manos en sitios indebidos.

Y aunque no sé si estoy en lo correcto o no, doy gracias de que haya sido Jimin quien me haya pillado y no ChanYeol.

— ¡Dios mío, qué imagen tan perturbadora! —haciendo un escándalo como por cinco minutos, aproveché para colocar mi ropa, ir al baño a lavarme las manos y volver para sentarme en el sofá frente al portátil— ¡Encima usas mi portátil para ver imágenes guarras!

— No es una imagen guarra, es un chico guapo con poca ropa —le sonrío cuando giro la pantalla hacia él para que pueda verlo mejor.

— Jeon JungKook, por favor, así no arreglas nada —se lleva las manos a la cabeza— No habrás descargado porno, ¿verdad? Esas mierdas siempre están llenas de virus.

— No me gusta el porno.

— Oh, vaya, ¿debería de aliviarme? —me encojo de hombros al no saber si es una pregunta retórica.

— ¿Tan... tan malo es que me toque? —pregunto un tanto curioso por su exagerada actitud. Vale, sí, me ha pillado con la mano bajo los pantalones pero, y qué. Ambos somos chicos y está claro que ninguno es un santo.

— ¡Tienes diez años!

— En apariencia —añado.

— ¡En apariencia, exacto! ¡Jamás había visto a un niño tocarse!

— ¿De verdad? —alzo una ceja incrédulo.

— Ajá, ¿qué pasa? ¿Tú, sí?

— Pues claro. TaeTae y yo a veces nos tocábamos juntos.

— ¿Qué? —su rostro se vuelve pálido y busca con su mano el respaldo del sofá para sostenerse y poco a poco ir sentándose para quedar a menos de un metro de mí— ¿Hacíais esas cosas juntos? Yo jamás lo hice con mis amigos —su ceño se frunce y guarda silencio donde mira a algún punto fijamente por largos segundos antes de volver a hablar—. ¿No sentíais vergüenza luego? Es decir, os tocabais mutuamente y luego...

— Creo que has malinterpretado algo —me lanza una mirada incrédula—. Nos tocábamos por separado, es decir, él no me tocaba y yo a él tampoco. Te recuerdo que mi amigo no es gay.

— Sigue siendo perturbador.

— La confianza da asco, supongo —chisto y me encojo.

— ¿Alguna vez te ha llegado a gustar? —su mueca se vuelve un poco más seria.

— TaeTae siempre me gusta —sonrío ampliamente.

— No me refiero en el sentido amistad.

— Sé a qué te refieres, pero supongo que es difícil de comprender. Él es el mejor chico que yo podría tener en mi vida y sé que para él, yo soy lo mismo.

— Pero jamás tendríais un romance, es lo que quiero decir.

— Exacto, tenemos algo mejor —su cara llena de confusión resulta bastante graciosa, por eso no dudo en soltar algunas carcajadas al mismo instante que su ceño se frunce más y más por no comprender realmente lo que quiero decir.