06

2.2K 323 315
                                    


Jamás he estado en una situación como ésta. Admito que en mi niñez he cometido varias travesuras en las cuales he llegado a tener mis castigos y que he cumplido como todo un niño arrepentido. Sin embargo, es la primera vez que no escucho la tormenta que mi madre siempre ha emanado cuando de sermones se trata. Tiene una imaginación rápida y creativa para imponer castigos y soltar palabra por palabra mientras te hace sentir pequeño con cada una de ellas. 

Pero ahora... 

Si dijera que no tengo miedo, mentiría, porque lo tengo. Desde anoche todo se ha convertido en una pesadilla viviente y el conseguir llegar a casa no ha dejado de serlo. No me siento a salvo aún estando en mi propia casa y bajo la protección de mi familia, no cuando mi madre no deja de observarme mientras camina de lado a lado mostrando su impacto en cada gesto; como sus manos, por ejemplo, las agita sin cesar o intenta abrir su boca pero la cierra nuevamente cuando se ve imposible de hacerlo. Lo único que no cambia, y que no ha dejado de destacar desde que mi hermana gritó al verme y me dejó entrar, es su ceño fruncido; las arrugas marcándose cada vez más y sus cejas prácticamente unidas.

Da miedo.

Mi hermana está igual de impactada o puede que más, con la incredulidad reflejada en sus pupilas que tampoco han dejado de observarme ni un sólo segundo. Incluso TaeHyung, que estaba allí cuando entré, no ha soltado palabras. Y bueno, ¿cómo podría? Esto es una auténtica locura que no tiene ni pies ni cabeza, un sin sentido infinito que no deja impactar a pesar de estar analizando lo mismo por horas. Algo sin lógica, una imagen que no deja de golpear el cráneo de todos porque quiere permiso para entrar en tu mente y así obtener algo más que una reacción sorpresa. Mi imagen quiere palabras, algo de tacto que me haga reconfortarme y no luchar por contener las enormes ganas que tengo de abrazar a mi madre mientras lloro y le suplico que me ayude.

¿Qué debo decir?

¿Qué debo hacer?

No estoy seguro porque no puedo actuar como el niño que me veo sino como el adulto que hay dentro de este cuerpo. Debo asumir mi culpa y explicar por qué ha ocurrido todo esto y con qué intención, pero ¿cómo hacerlo? Es más complicado de lo que es y tampoco encuentro las palabras para comenzar y que no se me echen encima con reproches.

Finalmente, junto mis pequeñas manos enredando mis dedos unos con otros por los nervios, con la cabeza ligeramente baja muerdo mi labio inferior y paso la lengua allí al sentirlo seco. Entonces decido alzar mi cabeza y mirar a mi madre que no ha dejado de seguirme con la mirada ni un momento, frunzo mis labios antes de abrir la boca y dejar que apenas un ligero suspiro salga de mi boca porque ella me interrumpe antes de que tenga oportunidad.

— No hagas eso —dice y noto sus ojos aguarse. Quizá mi imagen es demasiado para una madre que ha vivido el crecimiento de su hijo, quien a visto cada detalle y gesto a lo largo de los años—. ¿Qué... has hecho? —pregunta, suavizando su ceño y mirándome con cierto dolor en su voz.

— Lo siento —musito lo único que sale por mi garganta.

— ¿Qué mierda has hecho? —pregunta esta vez con menos paciencia— ¡¿A qué coño juegas, Jeon JungKook?!

Ugh, ha explotado.

— Yo... —miro por un momento a mi amigo buscando algo de ayuda, pero él se ha quedado completamente congelado en el sitio y apenas ha pestañeado desde que he entrado. No voy a recibir su ayuda, al parecer.

— Habla ahora mismo o... —me señala por un momento, guardando silencio porque desea estallar pero la imagen de su hijo con ocho años se lo impide, así que se dirige a TaeHyung— Tae, ¿qué ha pasado? Tú sabes algo, ¿cierto?

The Little( ̶B̶i̶g̶) Cookie [JiKook]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang