XXIX

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Se colocaron en la entrada de la aldea con todo preparado y un puesto de ramen improvisado.

Senku y ___ se encargaban de preparar aquella "exquisitez" esperando a que el olor del ramen cumpliera su función.

Cuando los lugareños se encontraban lo suficiente cerca Chrome entró en acción.

- Un Ramen de mijo. – pidió haciendo de anzuelo -

El primero en probar aquel manjar fue el gordinflón que casi se puso a llorar. Los demás no dudaron al verle disfrutar  y cada uno pidió su propio plato.

- ¡Es correoso! Delicioso, delicioso. – gritaba el gordito comiéndose ya su segundo plato -

- ¿Tú eres él que hizo esto tan sabroso? - le preguntó una hermosa joven de cabellos negros al ojiescarlata - ¿Te llamas Senku? ¿Cómo te gustas las chicas? - Senku alzó la mirada para después señalar a su compañera de cocina, dándole a entender que ella era su tipo, cosa que dejó algo desilusionada a la joven y más al ver lo distintas que eran -

- Pero también me gustan que puedan bombear mucho oxígeno en el horno - no podía perderla, mano de obra era mano de obra -

Por otro lado estaba Chrome intentando tentar a los guardias de la entrada, con la intención de que se pasasen a su bando. Los aldeanos trabajarían bien pero Ginro y Kinro lo harían mejor

- ¡Oigan, Kinro, Ginro! ¡Prueben esto! ¡Este ramen es bien malote! - se acercó con un plato para cada uno - 

Ginro se lanzó para conseguir uno de ellos, pero su hermano le detuvo en seco, impidiendo que se hiciera con alguno.

- ¡No consumiremos esa sospechosa comida de hechicero! Y es absurdo que los guardias acepten regalos. Esas son las reglas.

- ¿Enserio? ¿No recibes comida pero aceptas una lanza dorada?

- Si, si – se quejaba el pobre Ginro con lágrimas en los ojos, su hermano tenía una bonita lanza dorada y el nada de nada-

Kohaku miraba aquella cómica escena pensando que la idea de Chrome no era mala.

- Son muy populares. Todos vienen. – les dijo a los cocineros al llegar a su altura -

- Pero no mejor que el de verdad... - susurro la pelirroja con fastidio -

- kukuku - Senku se rio al escuchar el susurro de su amiga - Los haré trabajar hasta morir a cambio de lo que comieron.

- Con esa cara los vas a espantar – le aviso ___ al verlo de reojo. El chico mostraba una risita burlesca sumergida en un aura oscura. -

- Me dan ganas de beber algo. Cómo un refresco de cola. – se escuchó una voz lejana a sus espaldas -

- ¿Cola? - ambos revividos pararon en seco, sopesando aquellas palabras.

- Chicos, ¿Está con vosotros? – les preguntó Kohaku al saber que no era de la aldea -

- No. - respondieron a la vez -

- Kinro, Ginro, dejen su escándalo un momento.

- ¿Qué? ¿Qué estás...? – intentó preguntar el rubio confundido -

- Iré al grano. Enemigos. - con esas simples palabras los hermanos y la rubia rodearon al enemigo. - Responde con la verdad o te contaré la garganta. ¿Estas con el hombre de pelo largo? - le amenazó con la punta de la lanza en su garganta -

- No me importaría que una chica tan guapa me diera una paliza, pero creo que se confunden con algo. No sé nada de un hombre de pelo largo - se giró para mirar a Senku - he estado solo desde que deje la petrificación.

Mi única Excepción.Where stories live. Discover now