XXVI

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Desde que divisaron la aldea, Kohaku les fue contando cosas sobre esta y algunos de sus habitantes.

Una vez frente al puente, la única entrada a la aldea, se vieron atacados de golpe.

Kohaku evitó el ataque en el que ___, por instinto, se posicionó delante de Senku, algo que a él no le gustó. El hecho de que estuviera dispuesta a dar su vida por él no le hacía ninguna gracia.

Kohaku empezó a hablar con los centinelas del puente. Mientras los otros dos observaban.

- La violencia es innecesaria, Ginro, Kinro. Ellos me salvaron. – terminó de decir para mirar a los otro dos -

- No podemos, Kohaku. No se permiten extraños. - dijo el rubio -

- Las reglas son reglas - continuo el castaño -

- No entra nadie de fuera. No se aceptan extraños. – repitió el rubio haciendo énfasis en la última parte -

- Por eso no pondrán entrar.

- No me dejan otra alternativa, lucharemos dos contra uno. Tienen ventaja. – Kohaku se preparó para la lucha, mirando a ambos esperando cualquier ataque -

- Sí que te tienen miedo - intervino la pelirroja al ver como los guardias dejaban escapar algún gesto nervioso, sobre todo el rubio -

Al oírla los dos jóvenes la miraron por primera vez. Ambos quedaron en silencio sin apartar la mirada de ella, haciendo que se sienta incómoda.

- Senku...- este la miró acercándose más - ¿Por qué no dejan de mirarme?

- Porque eres diferente. Tus rasgos, tú melena pelirroja y tus ojos dorados son únicos. Nunca han visto a nadie como tú. Eres exótica.
Si antes ya llamabas la atención, ahora estas a otro nivel. - ella estaba atenta a sus palabras, mientras los otros dos seguían contemplando a la joven - y lo exótico solo provoca dos sentimientos, atracción o miedo. Eso podría explicar porque Kohaku te ve como alguien de la realeza.

- ¿Yo les parezco exótica...? ¡Tú tienes un pelo rarísimo y nunca he visto a alguien con unos ojos como los tuyos!

- Puede ser, pero tú no te pareces en nada a ellos y eso provoca su curiosidad - dijo sin darle importancia, pero le importaba, ser exótico tiene sus pros y sus contras, sobre todo contras - - ahora vamos a jugar un poco - ella le miró con duda -

Senku se acercó al barril con el agua curativa de Kohaku, sacó el jabón bautizado como Dr. Stone, para luego comenzar a hacer pompas.

Tanto Kohaku como los centinelas se quedaron impresionados. Estos últimos atacaron a las burbujas como si fueran sus enemigos.

Mientras Senku hacía más pompas y los otros las explotaban ___ solo se dedicaba a pensar en lo idiotas que eran.

- ¿Qué es eso? ¿Qué son esas esferas tan sospechosas? - el rubio parecía que se iba a poner a llorar -

Senku empezó a decirse cosas a si mismo dejando salir un aura maligna y una sonrisa macabra. Parecía que estaba disfrutando de su sufrimiento, siendo el rubio su favorito, que acabó por salir corriendo del miedo. Llamando a alguien a gritos.

- No te asustes, Ginro.- hablo una voz desconocida - Ya estoy aquí. Las vi desde la costa - apunto a las burbujas- Hola. Soy Chrome. ¡El hechicero más malote que hay! – dijo con una sonrisa enorme -

- Parece que ya no hay que buscarle. Él es de quién os hablaba ayer

- Un hechicero ¿Eh? - decía Senku aburrido -

- ¿Malote? Que tío más raro - susurro eso último la pelirroja -

- Soy Senku. Un científico. Ella es ___ mi Tigresa.

Mi única Excepción.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin