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Los ojos del chico chocaban con los de la pelirroja sin saber qué decir o hacer.

Se les habían declarado en varias ocasiones y las habían rechazado todas, una con más delicadeza que el otro, pero nunca habían hecho una y tampoco aceptado.

- Y ahora... ¿Qué hacemos?

- No lo sé, tengo la misma experiencia que tú en estos temas

- Eso no es cierto, estoy seguro al 10.000 millones por ciento, de que sabes más que yo sobre esto.

- Es muy fácil saber algo más que tú – se le escapó una risita – a ti nunca te han llamado la atención estos temas.

- Eso es verdad, pero ahora las cosas han cambiado.

- Vale...para empezar nosotros no somos como Taiju, que va proclamando lo que siente por Yuzuriha cada vez que puede.

- Para nada

- Por otra parte acabamos de comprobar que sentimos algo por el otro. Y creo que en nuestro caso es mejor ir despacio, por ti y porque es algo nuevo para ambos, pero sobre todo por ti. - él asintió sin apartar su mirada de ella, poniendo total atención a sus palabras. - Además dado que no eres fan de las muestras de afecto, es mejor que tú marqués esas pautas, ¿Comprendes a lo que me refiero?

- Si, pero... ¿Tú quieres eso?

- La idea ha sido mía

- Sí pero... – no le dejó seguir -

- Y una cosa más, creo que es mejor que esto quede entre nosotros...Si no te importa claro.

- No me importa, es más lo prefiero así, ¿Por qué lo dices?

- Porque no quiero preguntas todo el tiempo, ni cotilleos sobre lo que hacemos y lo que no. Además Taiju y Yuzuriha no nos dejarían en paz, de eso estoy segura al 10.000 millones por ciento.

Senku soltó una pequeña risa de las suyas al oír eso último, sabía que era cierto, esos dos no pararían de hacer comentarios sobre el tema.

- Vale pues será nuestro secreto - ___ le respondió con una sonrisa, la cual le daba a entender que estaba de acuerdo. -

Después de esa charla cenaron, recogieron y se fueron a la cama con el miedo de que algo cambiase con respecto a ese tema y no fueran capaces de estar como siempre.

Una vez bajo las sabanas se dieron cuenta de que nada había cambiado y que ambos podían seguir con la relación de antes pero con algunos privilegios.

Los días pasaban y los chicos siguieron con su rutina de siempre, pero un día eso cambió.

___ iba al comedor con la intención de comprarse una bebida de la máquina expendedora, cuando alguien la cogió por el brazo y la sacó del pasillo principal a uno de los secundarios.

- ¡Senku! ¿Qué haces? ¿¡Sabes el susto qué me has dado!?

Mientras está le recriminaba él miraba de un lado a otro, asegurándose de que este estaba vacío, para segundos después besar a la chica evitando que siguiera hablando.

Ella tardo unos segundos en corresponder, no se esperaba algo como eso, pero una vez concentrada le correspondió. El beso era lento y algo torpe, algo normal, era el primer beso de ambos, el anterior a este solo se trató de un efímero contacto entre sus labios, pero significó mucho para ambos...

- Senku... ¿Por qué lo has hecho? no es que me esté quejando ¡para nada! me ha gustado, pero ¿Por qué ahora?

- Porque me apetecía – soltó sin más –

Mi única Excepción.Where stories live. Discover now