XVI

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Oscuridad, sólo había oscuridad, no tenía ni idea de cuánto tiempo llevaba así, pero ya no sabía en qué podía pensar, las ideas se acaban y tenía sueño, mucho sueño

- ___...– empezó a escuchar su nombre entre la oscuridad– - ___...– la voz empezaba a oírse con más claridad – - ¡___!

– Esa voz...¡es él!– pensó

Cogió una gran bocana de aire intentando llenar sus pulmones por completo y al poco la luz se hizo presente.

Se encontraba un poco desubicada, observando la selva que se levantaba frente a ella.

- Esto no es el aula de ciencias...

- ¿Te has dado cuenta tú solita? – la burla era notoria en esas palabras –

Dirigió la mirada hacia el dueño de esa voz

- Senku...

- Dime

- ¡¿Cómo que dime?! ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Dónde estamos?! ¡¿Por qué estamos en la selva?!

- ___ respira te contaré lo que sé, pero tranquila.

- Vale, vale respiro – inhalo y exhalo con la intención de tranquilizarse -

- Llevamos 3.700 años petrificados, la civilización ha desaparecido y ahora solo hay selva. - dijo tranquilo, como si fuera lo más normal del mundo -

- ¿De verdad?

- ¿No me crees?

- mmm si... Pero espera ¿Cómo sabes cuánto tiempo llevamos petrificados?

- Pues he ido contando los segundos desde que nos quedamos petrificados

- Wow – la dejó sin palabras, pero al tratarse de Senku era de esperar – Eso es más útil que en lo que he pensado yo -

- ¿Y qué es?

- ¿Qué?

- ¿En lo qué has pensado?

- En ti – soltó sin más– Ósea no solo en ti, bueno sí pero no, es decir...¡Ahg! – estaba demasiado nerviosa y las palabras salían atropelladamente de su boca–

El chico se quedó en silencio mirándola, como si estuviera procesando sus palabras y ella a la vez que se regañaba, intentaba calmarse.

- A ver si he pensado en ti, desde el momento que nos conocimos hasta

- Eso no te da para 3.700 años

- Si bueno, también he pensado en las cosas que me has enseñado, las que he aprendido por mi cuenta y he intentado recordar las canciones que escuchaba... – no era capaz de levantar la cabeza estaba llena de vergüenza y fue entonces cuando se dio cuenta- ¡¡Senku!! ¡¿Por qué estoy desnuda?! ¡¿Y por qué tú también lo estás?! – se exaltó e intentó cubrirse -

- ¿Te acabas de dar cuenta? – le preguntó sin más–

- ¡Pues sí! ¿Algún problema? – entrecerró los ojos mirándole mal -

- kukuku que despistada eres

- ¡¿Cómo que despistada!? Estaba más ocupada en pensar que hacía en medio de la selva que en si llevábamos ropa – dejo de hablar al darse cuenta de otra cosa - ¿Llevas todo el rato mirándome?

- Bueno sí, te he mirado alguna vez, pero no entiendo por qué te pones así. Ya te había visto antes y tú a mí.

- Eso no es cierto...

- ¿Cómo qué no? La noche antes de quedar petrificados

- En verdad yo no vi nada...

- ¿Cómo qué no viste nada?

Mi única Excepción.Onde histórias criam vida. Descubra agora