✨ Capítulo Doce.

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Capítulo Doce.

Hogsmeade era un pueblo rústico y encantador, su ubicación era estratégicamente magnífica; ya que los fines de semana se podía contar con las visitas de los alumnos de Hogwarts, lo que sin duda beneficiaba a los diferentes negocios

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Hogsmeade era un pueblo rústico y encantador, su ubicación era estratégicamente magnífica; ya que los fines de semana se podía contar con las visitas de los alumnos de Hogwarts, lo que sin duda beneficiaba a los diferentes negocios.

La cantidad de alumnado variaba, pero siempre llegaban en grandes proporciones. Uno podría llegar a perderse o ser arrastrado por las multitudes.

Razón por la que Theo y Blaise habían desaparecido al instante en todo el mar de gente, obviamente, después de asegurarse de dejarlo en compañía de Harry Potter. 

«Traidores» pensó Draco con un ligero resentimiento.

Aunque no todo era malo, Draco aún no sabía si sentirse aliviado o no de estar en compañía de Potter, creía que era mejor que los reproches de Pansy. 

Gryffindor y Slytherin caminaban tranquilamente por el pueblo, separados por una "prudente" distancia entre ellos, evitaban las grandes multitudes. Ambos habían decidido no decir nada al respecto de aquello que habían llamado "cita" precisamente para no incomodar aquel extraño ambiente. Afirmaban que sólo era una salida entre amigos; compañeros que necesitaban distraerse y encontraban la presencia del otro no tan desagradable.

El único sonido que se escuchaba venía de los alrededores, conversaciones fugaces y apenas entendibles de quienes pasaban por el lugar.

Y aún cuando la compañía silenciosa del rubio no le incomodaba en absoluto, Harry no se consideraba fanático de permanecer mucho tiempo callado, y por supuesto, sabía por muy buena fuente que Draco era un chico muy hablador.

—Esto es ridículo.

—Completamente ridículo.

—Somos lo suficientemente capaces de abordar esta cita sin la necesidad de comportarnos de esta manera —señaló entre ambos.

—Esto no es una "cita", Potter —aclaró Draco.

—Con mayor razón —dijo Harry—, solo es una salida de amigos.

—Prefiero el término de conocidos.

Harry rodó los ojos, una sonrisa amenazaba con salir.

—Bien, entonces como "conocidos" —resaltó Harry—, ¿sería tan amable, oh joven Malfoy de acompañarme a tomar el té?

Draco sonrió levemente ante la reverencia exagerada que Harry había hecho al pronunciar esas palabras, no pudo evitar recordar su infancia ante eso.

—Oh, será un honor para usted que sea partícipe de su invitación. Sería descortés de mi parte negarme —respondió con una leve reverencia entre pequeñas risas—. Por lo que gentilmente aceptaré su propuesta.

Ambos estallaron en risas ante su pequeño y absurdo espectáculo. Actuar remotamente como si fueran de la realeza era mucho más divertido que permanecer silenciosos y nerviosos.

El Divorcio De Los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora