✨ Capítulo Treinta Y Cinco.

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Capítulo Treinta y cinco.

Hace unos momentos Draco y Harry se habían aislado por propia voluntad en su mesa rodeada de flores

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Hace unos momentos Draco y Harry se habían aislado por propia voluntad en su mesa rodeada de flores. Después de bailar ellos mismos entre sus pequeñas risas y sus miradas desafiantes hacia el otro. Ahora se encontraban alejados del resto, sentados muy cerca el uno el otro. 

Harry estaba apoyado en el hombro de Draco, el alcohol y toda la actividad física que habían hecho, le había dejado algo somnoliento, por lo que vio una buena idea descansar por unos minutos, el perfume de Draco era completamente embriagante y cautivador, y ciertamente él no se negaría a estar tan cerca de su amor platónico.

Draco, por otro lado, observaba con ojos curiosos a los pocos invitados que aún permanecían en el lugar, algunas personas seguían bailando al compás de la música, como minutos atrás ellos mismos lo hacían, debía admitir que comenzaba a extrañar el bailar en esa pista. Dejó de lado sus pensamientos y se dedicó a admirar los ramos de flores que había capturado Harry para él, apoyó su cabeza sobre los cabellos rebeldes de su acompañante y se limitó a relajarse y disfrutar del momento.

Lejos de todo ese ambiente tranquilo y acogedor, Lily sonreía a más no poder, pensando que pronto terminaría toda su tortura, ya no aguantaba las miradas mal disimuladas de odio de su hermana. Solo tenía que esperar unos minutos más.

—Se está haciendo un poco tarde —por eso quería tanto a su mejor amigo. Severus siempre se ponía de su lado y de algún modo lograba acertar en sus pensamientos.

—Si, creo que ya es hora de irnos —se apresuró a tomar su bolso con una rapidez innecesaria—. Sev, ayuda a los chicos, iremos a una de las habitaciones para poder irnos.

El señor y la señora Evans intercambiaron miradas preocupadas al ver la emoción de su hija por irse, como si hubiera esperado demasiado tiempo por ese momento.

Severus hizo una mueca resignada observando a los dos adolescentes que conversaban entre risas, tendría que aguantar otra extraña conversación con ellos, genial.

—Nunca más haré de niñero —y caminó hacia ellos.

Lily contuvo su risa al ver a Severus intentando explicar a Draco y Harry que ya debían irse, se notaba como su amigo intentaba no perder la poca paciencia que tenía, y ciertamente los muchachos ebrios no cooperaban con él.

—Hija, cariño, ¿segura de que quieren irse?

—Pueden quedarse en casa de Petunia por esta noche.

Lily hizo una mueca ante tal idea, no, absolutamente no. Petunia ya le había expresado claramente que la quería lo más lejos posible de su vida apenas terminara su boda. Pero sus padres no debían enterarse de la inestable relación de hermanas que ellas tenían.

—No creo que sea buena idea.

—¿Pero no es peligroso que se vayan con ellos en ese estado...? —el señor Evans señaló con media sonrisa a los adolescentes que acababan con la paciencia de Severus, le causaba gracia verlos así.

El Divorcio De Los MalfoyOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz