✨ Capítulo Treinta Y Cuatro.

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Capítulo Treinta y cuatro.

Todo el acto había sido magnífico a los ojos de cualquiera, todo fue perfecto y lo suficientemente normal para los estirados y poco sofisticados de los invitados que afirmaban que los novios eran la representación del amor

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Todo el acto había sido magnífico a los ojos de cualquiera, todo fue perfecto y lo suficientemente normal para los estirados y poco sofisticados de los invitados que afirmaban que los novios eran la representación del amor. Podían engañarlos a ellos pero Lily y Severus enseguida se dieron cuenta que todo era una simple actuación. Petunia y Vernon no podían sonreír y ser amables por siempre, era imposible que esas muecas en su rostro irradiaran alegría pura.

Lily se encontraba apartada en lo mayor posible, no se sentía con ánimos de querer lidiar con su hermana, ya había tenido suficiente de ella cuando su madre le había pedido de favor organizar aquella boda. Petunia era irritante y muy meticulosa al punto de ser fastidiosa, entendía porque nadie había aceptado el trabajo de organizadora, si ella hubiera tenido la oportunidad de rechazar aquello, lo hubiera hecho.

Es por eso y más que ella y Severus habían decidido no separarse de los únicos adultos del lugar con los que se llevaban bien, las mejores personas que uno podía encontrar en esa boda en opinión de Severus. El señor y la señora Evans eran personas simpáticas, amables y amorosas, Severus había convivido con ellos gran parte de su infancia al convertirse en amigo de Lily, por lo que él podría decir que eran muy cercanos. Eran la clase de personas con los que uno podía entablar una cómoda conversación, la mayoría del tiempo.

—¿Y qué sucedió con ese chico de la increíble motocicleta? —preguntó el señor Evans con gran fascinación en su voz.

—Creo que se llamaba Sirius ¿verdad? —Lily asintió en confirmación—. Era algo extravagante —comentó su esposa con una sonrisa avergonzada—. Recuerdo que siempre perseguía a Severus.

Lily no pudo evitar no sonreír mirando con cierta picardía a su mejor amigo, Severus bufó ante aquello, pero enseguida no pudo evitar que su memoria viajará a aquellos años, años que realmente no se le hacían muy lejanos, Sirius Black aún lograba estar presente en su vida de una manera u otra.

—¿Siguen siendo tan cercanos? —preguntó ella centrando su mirada en él.

—Se podría decir... —murmuró.

—Su relación es complicada —dijo Lily sin quitar el tono pícaro en su voz.

Severus prefirió ignorarla, buscó con la mirada a los chiquillos de los cual era responsable el día de hoy, entrando por poco en colapso al no encontrarlos donde los habían dejado, se disculpó inmediatamente con sus acompañantes y recorrió el lugar para intentar encontrarlos.

Por fin pudo respirar y tranquilizarse al encontrarlos cerca de la mesa de bocadillos, al parecer no hacían nada malo, eso estaba bien, hablaría con ellos después, decidió regresar sobre sus pasos.

Draco y Harry estaban disfrutando de todos los aperitivos que se ofrecían a los invitados, en ningún momento habían quitado la mirada de la pareja que bailaba al compás de la música en la pista, seguidos de otras parejas que se unían a acompañarlos.

El Divorcio De Los MalfoyWhere stories live. Discover now