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– Espero que ninguno tenga sueño, por que lo que menos vamos a hacer es dormir.

Los seis chicos se encontraban juntos otra vez. Era el día anterior al baile de otoño y a pesar de que ya habían hecho algunas decoraciones en el día, todavía quedaban mucho por hacer esa tarde para tener todo listo mañana. El maestro organizador del baile le había mandado mensaje desde la mañana a la pelinegra diciendo que desde la mañana tendría que tener los postres listos, haciendo que la presión se hiciera más pesados en sus hombros.

Los tres chicos se miraron entre sí pensando en las palabras que había dicho Mirai, estaban algo nerviosos de que algo saliera mál, a pesar de que incluso cuando habían llegado a su hogar, los tres miraron maratones de videos para ayudar y mejorar en la repostería. Aunque sentían que no habían ayudando de mucho, por que los tres se habían quedado dormidos al tercer video. Aún así eso no impedía que ellos quisieran ayudar en lo que ya habían prometido.

– Creo que tengo algo de nervios.– Dijo el Rubio acercándose al oído del pelinegro. Aunque solo Yoongi frunció el ceño y se alejó de Jimin haciendo un gesto extraño.

– Saldrá bien, tú tranquilo.– Respondió el castaño dándole una palmadita en su hombro. Aunque al mirar a Mirai sacando todas las cosas para hacer en la noche, le dieron ganas de darse ánimos a sí mismo.

Mientras observaban a las cuatro chicas sacando todos nosotros ingredientes de la cocina para ponerlos sobre la mesa. Y aunque Hoseok trato de levantarse a ayudar a sacar las cosas la mirada de Hana hizo que se detuviera al casi decirle con mímica que tuviera paciencia.

– Al menos eso espero.– Dijo susurrándose para si mismo. La verdad es que los tres tenían algo de presión, aunque solo habían practicado una vez y el maratón de videos de ayuda resultó un fracaso, al menos tenían la esperanza de que esto no terminara mal.

– Bien, quiero que absolutamente todos estén haciendo algo.– Agregó la pelinegra dándole a cada quien un mandil de diferente color.– Hoseok estarás a cargo de lo que falta para decorar, Jimin de las decoraciones y de los carteles de señalamiento y Yoongi...– Dijo mirándolo aunque el pelinegro sonrió de lado al mirarla.– Me ayudarás a hornear.– Dijo por último.

Cada quien se fue a su propia e improvisada estación para ayudar lo más que pudieran, tenían todavía algo de tiempo para que oscureciera. El primero en que se acomodó junto con su acompañante fue Jimin. Con una sonrisa enorme se sentó aún lado de la pelinaranja que trataba de mirarlo para poder concentraste en lo que Mirai les había encargado, aunque lo hacía por que sabía que se distraía fácilmente cuando estaba cerca de Jimin, todavía recordaba el día anterior donde casi los descubren por solo un beso.

– Estas más callada de lo normal, ¿estas bien?– Dijo el rubio en un susurro mientras tomaba los materiales para decorar. Ella asintió con la cabeza mientras se aseguraba de que todo quedara bien, lo que menos querían era que Mirai se estresara más de lo que ya se miraba.

– Solo trato de hacer esto bien.– Respondió tomando las tijeras para seguir decorando.

– ¿Es mal momento para preguntarte si quieres ir al baile conmigo?– Pregunto tomando su mano para que dejara las tijeras aún lado y que aunque sea lo mirara por unos instantes.

– No lo es.– Respondió mientras sonreía de a poco. Miro hacia atrás para ver si no había nadie mirándolos y cuando se do cuenta que no, su sonrisa se hizo más grande.– Sabes que me encantaría pero, ¿ y si nos vemos allá mejor?– Pregunto en un susurro. Jimin hizo una mueca al darse cuenta de la idea de ella, quería hacer las cosas normales, quería ir hasta su casa e ir por ella, llegar juntos y estar juntos frente a las personas e incluso sus amigos. Pero seguían sin decir nada a ellos, es por eso que debían de seguir escondiéndose. Ambos entendían las cosas, Jimin volvió a mirar hacia atrás todavía observando que estaban cada quien ocupados en los suyo, se acercó hacia la mejilla de Yuusei para dejar ahora solo un pequeño beso mientras asentía con la cabeza. Odiaban estar así en ese momento, pero parecía que no tenían otra opción, tan solo esperar a que fuera el mejor momento para decirlo. – Jimin...– Agregó en un susurro haciendo que levantar la mirada. Ella tomó su mano mucho más fuerte que antes haciendo que el rubio sonriera y que sus mejillas se tornaran rosas.– Me encantaría ir contigo.– Respondió. Puso sus manos entrelazadas abajo de una pequeña almohada para que nadie mirara que estaban juntas.

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora