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La pelinegra se preguntaba repetidas veces como había aceptado tan rápido la propuesta de Yoongi. Ella solamente estaba tranquila repartiendo los postres y de un momento a otro ya estaba en la compañía de el sin siquiera pedírselo, cosa que la ponía un tanto incomoda por las circunstancias que había vivido antes. Incluso antes de que ambos entraran en el restaurante de brochetas la peliengra se detuvo  todavía dudando de las intenciones de el. ¿Que es lo que quería lograr? Esa pregunta estuvo rondando por su cabeza hasta que miro a Yoongi volteando hacia ella y con un gesto en su cabeza le indico que entrarán al restaurante. Mirai lo siguió observandolo, se miraba tan tranquilo que se preguntó si alguna vez lo había visto en otra faceta que no fuera su mismo rostro sereno de siempre. Ambos entraron al lugar siendo sorprendidos por el olor de la comida recién hecha y también de la gran cantidad de personas que había comiendo adentro del lugar. La pelinegra hizo una mueca y rasco la parte de atrás de su cabeza, en realidad a ella no le gustaba los lugares llenos de gente y prefería comer en otro lugar por más que su estomago le estuviera reclamando por comida, miro otra vez a Yoongi que parecía en la misma situación que ella, miraba mucho alrededor y ponía los ojos en blanco mientras pasaba su mano por su estomago.

— ¿Quieres comer en otro lugar o tienes mucha hambre?— Le pregunto sacándola de sus pensamientos. Ella lo miro de regreso y noto como otra vez el pelinegro se pasaba la mano por su estomago.

— ¿Tu tienes mucha hambre?— Le pregunto de vuelta.

— Si, pero no pensé que el lugar estaría tan lleno.— Respondió con una mueca. — No me gustan los lugares muy llenos, pero como no has comido nada en el dia, creo que tendremos que esperar.— Dijo por último mientras ambos avanzaba en la fila para hacer sus pedidos. Que, afortunadamente iba rápida gracias al buen servicio que tenian y no tardaron en encontrara una mesa sola donde no hubiera tanta gente acumulada en un lugar.

Ambos se sentaron esperando la comida mientras la mesera traía sus bebidas. Mirai tomo primero de esta gracias a la sed que tenía, siempre terminada a exhausta y por lo regular llegando a casa se tomaba un vaso entero de agua fría para refrescarse un poco y esta ocasión no fue le excepción. Los dos se mantenían en silencio mientras miraban por la ventana y por más que los demás lo pudieran ver como algo raro, ellos estaban descansando de poder tener algo de silencio. Pero la pregunta de Mirai seguía en el aire y por más que miraba a Yoongi mas veces se la repetía su cerebro hasta el grado de pensar en los peores escenarios del por que estaba ahi. Y se regañaba a si misma por no ser firme con el, parecía que a pesar de los años Yoongi no había cambiado.

La pelinegra empezó a recordar el momento exacto en que conoció a Yoongi. Apenas era inicio de año y tal como lo habían hecho sus amigas había una exhibición de las carreras que cursaban en esa universidad. Cuando ellas llegaron, cada quien de sus amigas de fue por la que mas le llamaban la atención, siendo la pelirroja el teatro mientras que la pelinaranja la de pintura y fotografía. Ella se quedó en el campus sola mientras recorría el enorme lugar pensando cual taller podia tomar, pensaba ponerse con alguna de sus amigas para no estar sola, pero no era tan buena balando como Hana ni tan buena pintando como Yuusei así que un esas fueron descartadas casi al instante. Toda la mañana se la paso recorriendo desde los patios hasta los pasillos de la escuela, hasta qué pasó por un salón donde se escuchaba de fondo como alguien empezaba a tocar el piano. Eso la hizo sonreír por que el sonido de ese instrumento la ayudaba a relajarse y siempre había querido aprender a tocar profesionalmente, asi que con mucha curiosidad abrió la puerta de ese salon, para encontrase a mas personas sentadas en hileras para poder ver quienes tocaba y aunque ella dudaba en si podía estar ahi, miro a mas estudiantes de nuevo ingreso ahi y le dio confianza para pasar a pesar de que los asiento de atrás ya estuvieran llenos, camino hacia enfrente tomando el primer lugar de la fila.

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora